EEUU.- El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, se ha convertido este sábado, tras días de recuento de votos, en presidente electo de EEUU después de haber conquistado el estado clave de Pensilvania, indicaron las proyecciones de las cadenas CNN, CBS y NBC. Con 290 de los colegios electorales a 214 de Donald Trump.
Biden, el candidato presidencial que más votos ha ganado en la historia de EE.UU., superó la cifra mágica de 270 compromisarios que necesitaba en el Colegio Electoral tras confirmarse que ganará en Pensilvania.
Su compañera de fórmula, Kamala Harris, hizo también historia al convertirse en la primera mujer elegida jamás como vicepresidenta de EE.UU., además de la primera mujer negra que llegará a ese cargo, cuando ambos asuman la Casa Blanca el 20 de enero.
La proyección llegó después de casi cuatro días de agónica espera en Estados Unidos, mientras los estados contaban el récord de papeletas enviadas por correo en las elecciones con más participación de la historia del país.
Las principales cadenas de televisión hicieron la proyección poco antes de las 11:30 de la costa este (16:30 GMT), cuando Biden amplió su ventaja en Pensilvania a más de 30.000 votos sobre el presidente estadounidense, Donald Trump.
Poco antes, Trump había proclamado en Twitter que había ganado la reelección «por mucho», algo falso.
Actualmente, Biden suma 290 delegados o 273, dependiendo de si se toma en cuenta Arizona o no, donde algunos medios no han proyectado todavía su victoria allí, lo que sí que hicieron otros la noche electoral como la agencia AP y Fox News; mientras que Trump tiene 214.
Mientras tanto, el conteo continúa y las autoridades locales esperan ofrecer nuevos resultados a lo largo de la jornada en Nevada, Georgia y Arizona, aunque advierten de que el proceso a partir de ahora podría ralentizarse aún más.
Trump se ha encomendado a las demandas que ha presentado en varios estados clave, pero es improbable que ninguna de ellas pueda invalidar los votos suficientes en ningún territorio.
El candidato demócrata iba con ventaja en cuatro de los estados que todavía no habían declarado un ganador, y la noche del viernes dio una breve alocución televisada en la que ofreció una imagen de calma y consenso muy alejada del clima guerracivilista del presidente, Donald Trump.
Lo hizo acompañado -cosa poco habitual- de la persona que es su candidato a la Presidencia, la senadora Kamala Harris. El presidente, Donald Trump, sigue, mientras tanto, sin admitir su derrota.
Ha calificado en dos discursos en televisión de «fraude» y «vergüenza» el resultado de las elecciones, ha impugnado el resultado en Michigan -donde ha perdido-, y ha demandado que se detenga el recuento en los estados en los que va perdiendo, pero que se mantenga en los que va ganando o en los que está recortando distancias.
Cada actualización de resultados resulta más desfavorable para el candidato republicano. Según los últimos datos ofrecidos a mediodía (hora española) por la cadena NBC, Biden gana en Georgia (99% escrutado) por 7.248 votos; en Nevada (93%), por 22.657; en Pensilvania (96%), por 28.833; y en Arizona (97%), por 29.861.
La retorica de Trump ha llegado a algunos de sus seguidores, que han organizado manifestaciones -en algunos casos, haciendo exhibiciones de armas de fuego- en los centros de votación en varios de los estados en disputa. A su vez, los partidarios de Biden también han salido a la calle. El resultado han sido algaradas y arrestos aunque, al menos por el momento, los incidentes distan de tener la gravedad de los disturbios raciales que han asolado el país desde el pasado mes de mayo.
A medida que la situación se despeja para el aspirante demócrata, además, las manifestaciones de sus partidarios adquieren un tono más festivo. Hoy a las 12 del mediodía de Washington, la esquina de las calles 16 e H, justo enfrente del muro de dos metros y medio levantado para proteger la residencia del presidente de los manifestantes, sonaba atronadora ‘Macarena’, la famosa canción de Los del Río que ya había sido el himno oficioso de la campaña del demócrata Bill Clinton en 1996, cuando derrotó al republicano Bob Dole.
Todas esas muestras de júbilo de los seguidores de Biden se deben a que cuenta con las matemáticas a su favor. El vicepresidente con Barack Obama va con ventaja en cuatro estados decisivos: Nevada, Arizona, Pensilvania, y Georgia. Es cierto que en todos ellos, con la excepción de Arizona, tiene una ventaja inferior al 1%. También lo es que no es descartable que pierda Georgia, donde las proyecciones sólo le dan una ventaja de unos 2.500 o 3.000 votos cuando concluya la tabulación de los resultados.
En el terreno político, Trump sigue insistiendo en que ha habido «fraude», en que estas elecciones han sido «una vergüenza» y en que los estados indecisos en los que ha perdido -Michigan y Wisconsin- y en los que parece destinado a perder -Nevada, Arizona, Georgia y Pensilvania- están contando «votos ilegales». El presidente, sin embargo, no ha sido capaz de presentar ninguna prueba en este sentido, aunque las redes sociales están infladas con todo tipo de teorías conspiratorias acerca de votos ‘fantasma’ y de personas fallecidas que presuntamente han votado.
A este respecto, tanto el gabinete, como los asesores y los líderes de la campaña de Trump están profundamente divididos. En general, su gabinete es partidario de que admita que está al borde de la derrota. Así la ha dado a entender una de sus ‘manos derechas’, Kellyanne Conway, la creadora de la famosa expresión «hechos alternativos», y el jefe del equipo de asesores económicos de la Casa Blanca, Larry Kudlow.