Por mucho tiempo Juan Francisco ha sido señalado como el bateador más poderoso de la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom) y tras su regreso a los Gigantes del Cibao procedente de los Tigres del Licey, el toletero ha vuelto a demostrar esta capacidad de mandar la pelota más allá de las verjas, en un momento clave para su equipo de cara a la clasificación al Round Robin.
Francisco, quien superó el COVID-19, enfermedad que lo obligó a estar fuera de actividad por 15 días, ha amostrado la mejor versión de él en los pasados dos partidos, conectando la pelota con poder y de manera oportuna para los Gigantes, en un momento en el que el equipo necesitaba de esa reacción.
Antes del partido del martes, los Gigantes habían caído en cinco de seis partidos y habían pasado de estar en los primeros lugares en la tabla de posiciones, a pelear con los Tigres por no quedarse como dueños de la última posición del standing, por lo que la reacción del “Caballo Gigante” como lo ha bautizado Ricky Noboa, le ha devuelto la chispa a una ofensiva al conjunto que se caracteriza por su ataque con el bate.
En el partido del pasado Martes, Francisco disparó dos cuadrangulares, entre ellos un palo productor de tres vueltas y un grand slam, siendo este apenas, el segundo partido de la temporada en el que pegaba más de un imparable.
Y con los tres que coleccionó en cinco turnos al bate, igualó su mayor total de la campaña, curiosamente su partido anterior de más de un hit, fue el primero de la temporada, en el cual también pegó tres.
En su actuación en este partido ante las Águilas, Francisco produjo siete carreras, superando las cuatro que alcanzó en su primer juego del año, también ante este rival. Para el miércoles el poderoso bateador zurdo regresó al ataque ante ahora ante los Leones, a quienes castigó con un jonrón y dos vueltas remolcadas.
Con su actuación en ambas victorias, Francisco se posicionó como el líder en carreras remolcadas en la liga con un total de 17, nueve de ellas en esos dos encuentros, una explosión ofensiva que terminó una cadena de ocho encuentros en los que no empujaba carreras y empató en el liderato de cuadrangulares, con cuatro, gracias a los tres que fletó en dos días.
En estos dos partidos, Juan conectó cinco incogibles en nueve turnos, alcanzando un promedio de bateo de .555 y anotó en cuatro oportunidades, una más de las tres que había logrado en sus 13 partidos previos.
En campeonato el promedio de bateo del zurdo de los Gigantes es de .203, fruto de los 12 imparables que ha pegado en 59 veces al batea, cinco de ellos en estos dos últimos encuentros y aunque la cantidad no es muy alta, pero cuando le ha pegado.
Lo ha hecho con contundencia, como lo muestra el hecho de que nueve de esos hits se han extrabases, entre ellos cinco dobles, que lo sitúan como tercero en este departamento y cuatro jonrones.
Francisco ha mostrado una mejor selección de pitcheos en sus turnos al bate y está pegándole a la pelota en el momento que su equipo lo ha necesitado, elementos que el conjunto apuesta a que continúe pasando, ya que este tipo de actuación provoca la reacción de los demás bateas en la alineación.
Los Gigantes ostentan marca de 10-11, ocupando el quinto lugar en la tabla de posiciones, a solo 2.5 juegos del primer lugar y a uno del cuarto clasificatorio a la semifinal de Lidom, por lo cual los batazos de Francisco continuarán siendo de vital importancia para el éxito de sus Gigantes.
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