Donald Trump y sus tres hijos mayores irán a juicio a finales del próximo año en una demanda civil presentada por el fiscal general de Nueva York que les acusa de fraude, dictaminó el martes un juez.
El juez Arthur Engoron, de la corte suprema de Manhattan, fijó la fecha del juicio para el 2 de octubre de 2023 para el caso que alega que Trump y los miembros de su familia falsearon el valor de las propiedades para enriquecerse.
El juicio -y una serie de casos penales, civiles y de investigación del Congreso a los que se enfrenta Trump- probablemente complicará la carrera del expresidente hacia un segundo mandato, que anunció la semana pasada.
La fecha, que los abogados de Trump probablemente intentarán retrasar, se acercaría al inicio de la temporada de primarias para la candidatura presidencial republicana de 2024.
La principal fiscal de Nueva York, Letitia James, demandó en septiembre a Trump, Donald Trump Jr, Eric Trump, Ivanka Trump y la Organización Trump alegando que mintieron durante años a los recaudadores de impuestos, a los prestamistas y a las aseguradoras.
James dice que proporcionaron declaraciones fraudulentas del patrimonio neto de Trump y falsas valoraciones de activos «para obtener y satisfacer préstamos, obtener beneficios de seguros y pagar menos impuestos».
La fiscal demócrata ha solicitado que Trump pague al menos 250 millones de dólares en multas -una suma que ella dice que ganó con el fraude- y que se prohíba a su familia dirigir negocios en el estado.
Su oficina no está facultada para presentar cargos penales en el caso.
Trump, de 76 años, dice que la demanda tiene una motivación política. Ha intentado repetidamente que sea desestimada.
Impuestos
El exmandatario republicano soportó el martes otro golpe legal cuando la Corte Suprema despejó el camino para que las declaraciones de impuestos de Trump sean entregadas a un comité de la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata.
Trump, que la semana pasada anunció que volverá a aspirar a la Casa Blanca en 2024, lleva años luchando por mantener en secreto sus declaraciones de impuestos.
A diferencia de los presidentes desde la década de 1970, Trump se negó a publicar sus declaraciones fiscales mientras estaba en el cargo y recurrió a los tribunales para bloquear la solicitud del Congreso.
Esa lucha legal pareció llegar al final el martes, cuando la Suprema Corte dictaminó que las declaraciones debían ser entregadas al Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.
Ese comité ha pedido las declaraciones de impuestos de Trump y de sus entidades comerciales relacionadas para el período de 2015 a 2020.
La entrega de las declaraciones al comité no significa necesariamente que las vaya a hacer públicas.
La medida se produce cuando apenas quedan unas semanas de legislatura en el actual Congreso y los republicanos tomarán el control de la Cámara de Representantes en enero, tras obtener una ligera mayoría en las elecciones del 8 de noviembre.
Aunque la corte fue renovada a fondo por Trump, sus magistrados nunca fallaron a su favor y autorizaron en 2020 la transferencia de sus registros fiscales y documentos empresariales a la oficina del fiscal del distrito de Manhattan.
Los fiscales de Manhattan han acusado a la Organización Trump de ocultar las compensaciones que pagó a altos ejecutivos entre 2005 y 2021.
Además, Trump se enfrenta al escrutinio legal por sus esfuerzos para anular los resultados de las elecciones de noviembre de 2020 y por el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos por parte de sus partidarios.