Luis Alfredo Garavito Cubillos, conocido como “La Bestia” , asesinó a 189 niños en tres países de Latinoamérica, por lo que fue condenado a más de mil años en prisión.
Nació el 25 de enero de 1957, y su infancia estuvo marcada por la violencia. A los 13 años, fue abusado sexualmente por una personas cerca a la familia.
Garavito decía sentir una “atracción sexual” hacia los niños. Por lo que a los 14 años lo corrieron de su casa, debido a que intentó violar a una niña de cinco años. A esa edad también inició a matar a animales en su casa.
Con el paso de los años, desarrolló múltiples trastornos sociales y psicológicos, lo cual se combinaba con la adicción que tenía con el alcohol; además, de tener diversos trabajos sin rumbo.
Mientras que en los ochenta inició a laborar en una tienda de autoservicio, en donde inició a acercarse a los niños para buscar el momento perfecto para atacarlos y saciar sus deseos sexuales.
Entre los años ochenta y los noventa, “La Bestia”, violó y asesinó a cientos de niños. Después de quitarles la vida anotaba sus nombres en una libreta azul y rezaba por su descanso.
Lo anterior lo hacía para evitar que los niños que mataba aparecieran en sus pesadillas que lo atormentaban por las noches. Debido a sus problemas mentales estuvo internado en diversas instituciones, pero en sus momentos de libertad aprovechaba para cometer los asesinatos.
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Luego que las autoridades iniciaron a encontrar los cuerpos, establecieron un patrón detrás de las muertes, y comenzaron a llamar al responsable “La Bestia”.
Finalmente, las autoridades lograron ubicar a Garavito y fue sometido a diversos interrogatorios, durante los cuales confesó el asesinato de más de 300 personas en Colombia, Ecuador y Venezuela.
En 2001, recibió una sentencia de 1853 años y 9 días de cárcel por el asesinato de cientos de personas, entre ellos, 172 niños. Sin embargo, el sistema judicial de Colombia determinó que el criminal serial cumpliera solo la pena máxima en el país, fijada en 40 años.
Actualmente, “La Bestia” se encuentra en prisión, pero en 2023, podría tener una oportunidad para recuperar su libertad, debido a su buen comportamiento, su compromiso con la religión cristiana y su colaboración con la policía para detener a otros asesinos.
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