Un hecho inusual ha dejado atónita a la comunidad del municipio de Guayabal, en la provincia de Azua. Una familia protagonizó una singular situación al desenterrar el cuerpo de una mujer que ya había sido sepultada, bajo la firme creencia de que seguía con vida.
La difunta, identificada como Ada Arias Pérez, había sido enterrada después de haber sido declarada oficialmente fallecida. Sin embargo, sus parientes tomaron una medida excepcional al decidir exhumar su tumba para corroborar personalmente su estado de muerte.
Según el reporte luego de llevar a cabo este inusual acto, los familiares procedieron a volver a sepultar el cuerpo, confirmando definitivamente el fallecimiento de la mujer.
Aunque había fallecido el lunes, cuando se disponían a sepultarla hoy martes, según los presentes su cuerpo se movió en el ataúd. Lo que sorprendió a los familiares y amigos que estaban presentes para el acto de sepelio.
La difunta se habría retirado los algodones que cubrían sus orificios de oídos, boca y nariz, en tanto que pidió un vaso de agua, lo bebió, pero finalmente fue sepultada.
Este suceso provocó gran asombro en la localidad, atrayendo a decenas de curiosos que se acercaron al cementerio municipal de Guayabal para ser testigos de esta singular escena.
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