La Dra. Miguelina Toribio, reconocida cardióloga, ha fallecido en la noche del pasado domingo, lo que ha causado un profundo pesar en la comunidad médica y en el país en su conjunto.
Su dedicación inquebrantable a la mejora de la salud de los dominicanos ha dejado un vacío significativo en el ámbito sanitario. Versiones extraoficiales hablan de que ella no se encontraba bien de salud y que también se había sometido a una intervención para extraerse una hernia. Luego de eso la salud se le complicó y tristemente falleció.
A lo largo de su carrera, la Dra. Toribio se destacó por su enfoque profesional y su calidez humana. Fue pionera en la adopción de técnicas innovadoras en cardiología, marcando un hito en el tratamiento de enfermedades del corazón en la República Dominicana.
Su pasión por la medicina no solo se reflejó en su práctica clínica, sino también en su compromiso con la educación médica. Como mentora, guió a numerosas generaciones de médicos, asegurando la continuidad de su legado.
Además de su labor clínica y educativa, la Dra. Toribio fue una ferviente defensora de la salud pública.
Participó activamente en múltiples campañas de prevención y en iniciativas que promovían el bienestar de la población.
Su impacto perdurará a través de los innumerables pacientes a los que atendió y de los jóvenes profesionales que se vieron inspirados por su ejemplo.
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