María Dimitrova encuentra en su papel de madre una recompensa mayor que todas las medallas que ha obtenido a lo largo de su destacada carrera en el mundo del karate.
La atleta, quien ha ganado numerosas preseas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cartagena, Colombia (2006), Mayagüez, Puerto Rico (2010), Veracruz, México (2014) y Barranquilla, Colombia (2018), considera que su hijo, fruto de su relación con el medallista olímpico Félix Sánchez, es la mejor medalla de oro que ha obtenido en toda su vida.
Su hijo Ayden, de tan solo un año y ocho meses, llena sus días de amor y le ha planteado nuevos desafíos en sus rutinas de entrenamiento. María siente que ahora es aún más responsable con la disciplina que ha llevado el nombre de la República Dominicana a lo más alto en múltiples ocasiones.
La atleta también ha asumido como propio a Asher Sánchez, el hijo de Félix, y relata que su día comienza levantando a sus pequeños para llevarlos al colegio. Después de asegurarse de que estén listos, ella inicia su entrenamiento o cumple con sus compromisos.
«Ser madre es el mejor regalo que puede recibir una mujer y ha cambiado completamente mi vida. Sí, como atleta he tenido una larga y exitosa trayectoria para nuestro país, pero no hay nada que se compare con tener un hijo. Los hijos llenan todos los vacíos que uno tiene en la vida», comenta María durante una entrevista con El Nacional con motivo del Día de la Madre, que se celebra en el país el próximo domingo 28 de mayo.
El nacimiento de Ayden el 21 de septiembre de 2021 transformó por completo a María Dimitrova. La atleta de artes marciales, nacida en Bulgaria y nacionalizada dominicana, comparte en su cuenta de Instagram todas las actividades que realiza junto a su hijo. En esta plataforma, se pueden apreciar los divertidos momentos que comparten en paseos, visitas a la playa, parques, piscinas y otros instantes en familia.
María se siente muy feliz con su hijo y disfruta al máximo cada momento que vive a su lado. Su implicación en su crianza es fundamental para ella y se involucra en todas las facetas de su cuidado, desde llevarlo al colegio y alimentarlo, hasta jugar con él.
Cuando tiene que viajar, como en su próximo viaje a Costa Rica para competir en el campeonato Panamericano de Karate, María cuenta con el apoyo de su familia, especialmente de sus padres, quienes residen cerca y la ayudan en su rol de madre.
«Siempre estoy allí para mi hijo, lo llevo al colegio, lo recojo y siempre trato de estar en casa cuando él regresa del colegio. Intento terminar mis compromisos lo antes posible. Para mí, no solo se trata de jugar con él, sino también de cuidarlo, bañarlo y darle su comida. Disfruto hacer estas cosas, aunque para muchos puedan parecer insignificantes, son momentos que valoro mucho», expresa María con una expresión de satisfacción en su rostro.
Deja un comentario