Cuando Marie Trainer, vecina del estado de Ohio (EE.UU.), despertó del coma se dio cuenta de que le habían amputado piernas y brazos, por bacteria.
Era la única opción que tenían los médicos: su vida corría peligro por culpa de una bacteria que su perro le contagió al lamerla.
La Capnocytophaga entró en el organismo de la mujer a través de un pequeño rasguño en su brazo a través de la saliva del can. Se trata de un germen común en perros y gatos que puede ser contagioso.
Poco después Marie notó los primeros síntomas de la infección: náuseas y fiebre. Tras ser ingresada en el hospital la condición de la mujer siguió empeorando.
Su cuerpo se vio afectado por la sepsis y desarrolló gangrena. Ante tales circunstancias, los médicos decidieron ponerla en coma inducido.
Marie se despertó 10 días después y descubrió que le habían amputado parcialmente los brazos y las piernas. «Cuando abrí los ojos, no sabía dónde estaba», comentó a la cadena Fox 8.
«Fue muy duro descubrir que tuvieron que quitarme las piernas y los brazos […] muy difícil de aceptar», compartió la mujer. No obstante, según los médicos gracias a las amputaciones sigue con vida.
Una rara reacción a la infección
Habitualmente la exposición a la bacteria Capnocytophaga no tiene las graves consecuencias que sufrió Marie.
Según la doctora Margaret Kobe, directora médica de enfermedades infecciosas en el hospital donde se trató a Trainer, este germen es «bastante común en la flora oral o en la boca de los perros y puede transmitirse a través de una mordedura o, a veces solo por el contacto con saliva».
«Ese organismo es muy virulento. Tiene la capacidad de inducir a su sistema inmunitario a hacer cosas bastante horribles», ha advertido la médico. No obstante, indicó que la reacción seria que sufrió Trainer ante la lamida de su perro es muy rara y ocurre en aproximadamente en una de cada millón de personas.
Advertencia: las siguientes imágenes pueden herir su sensibilidad.
Tanto la doctora Kobe como la paciente quieren transmitir la idea de que hay que ser consciente de los gérmenes que habitan en las mascotas y las infecciones que aquellos pueden causar.
Trainer ha sufrido ya 8 intervenciones quirúrgicas y ha estado hospitalizada más de 80 días. A pesar de lo que le pasó, la mujer no tiene planes de deshacerse de ninguno de sus dos perros.
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