El hallazgo del cuerpo de un hombre en un canal de riego o la brutal muerte de un menor de ocho años por parte de familiares, son los últimos casos registrados en la República Dominicana que tienen como común denominador el hecho de que las víctimas fueron sometidas a torturas previo a su deceso.
Este tipo de conducta brutal es atribuida por el Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi) a personas con situaciones mentales, como psicopatías o traumas en la niñez. También el ser un psicópata.
El lunes de esta semana, las autoridades reportaron el hallazgo del cuerpo de Álvaro Luis Rodríguez, atado de pies y manos y con varias heridas de bala, en las proximidades de un canal de riego en Navarrete, provincia Santiago.
El médico legista que hizo el levantamiento certificó la muerte del hombre a causa de heridas de proyectil en la cabeza y espalda. Los investigadores entienden que el hoy fallecido fue torturado, ya que el cuerpo también presentaba golpes en distintas partes.
Enero registró un hecho que conmocionó a la sociedad dominicana: El caso de Carmen Jiménez, una mujer que torturó a su sobrino de ocho años, le prohibió ir al colegio para que no vieran las huellas de los maltratos, lo llevó al hospital cuando ya no respiraba y luego contó lo que había hecho a las autoridades sin mostrar remordimiento.
La mujer relató a las autoridades que maltrataba físicamente a su pariente porque «la sacaba de quicio y le rompía sus cosas», supuesto motivo por el cual, luego, ella lo golpeaba.
Por el caso, el Tribunal de Instrucción de la provincia La Altagracia dictó 18 meses de prisión preventiva y la declaratoria del caso complejo contra Jiménez, quien tenía a su cuidado al niño, y González Valentín Rojas, quien le acompañó a llevar el niño al centro de salud de la zona de Verón-Punta Cana, provincia La Altagracia.
Otro caso que involucró a una menor fue el de la niña Amberly Alejandrina Nina, quien falleció en mayo de 2023 a causa de los maltratos físicos que sufrió presuntamente a manos de su padre, Richarson Nina, y su madrastra, Yaniris Martínez.
De acuerdo a la acusación del Ministerio Público, la menor de tres años falleció a causa de una hemorragia y un edema pulmonar que le habrían provocado los imputados durante meses de maltrato físico, por lo que Nina y Martínez fueron acusados por actos de tortura y barbarie.
El Ministerio Público determinó que en el caso de la pareja Luis Miguel Jáquez Rodríguez y Elizabeth Almarante Pacheco, que fue encontrada muerta días después de ser reportada como desaparecida, hubo acto de tortura previo al asesinato de los esposos.
Las autoridades señalaron que los victimarios de Jáquez y Almarante los golpearon, entraron sus cabezas en fundas y ataron sus extremidades antes de darles un disparo en la cabeza a cada uno.
Por el hecho, el juez de la Oficina de Atención Permanente del municipio Santo Domingo Oeste, Joan Rodríguez, dictó un año de prisión preventiva como medida de coerción contra Dylan Ortiz, principal sospechoso del caso, que fue declarado complejo.
Para la presidenta del Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi), Abril Arias, cuando una persona afecta de manera física, emocional o psicológicamente a otra, «es porque tiene situaciones de salud mental, puede ser una psicópata, un sociópata, una persona que en su niñez haya experimentado maltrato o violencia».
Referente a los casos que involucran a niños, la especialista detalló que los pequeños son seres vulnerables y que, en términos de poder, «representan una fragilidad y culturalmente es mucho más fácil maltratar a un niño que a un adulto».
«Digamos que los temas que se presentan como la violación o abusos físicos que se dan en el entorno familiar, precisamente porque se conoce a la víctima, ya se sabe la fragilidad, incluso el nivel de reacción que puedan tener los padres», detalló.
