RD.- Escenas desgarradoras se viven este martes en la residencia donde vivía la niña Liz María Sánchez, de 9 años, quien fue ultimada por un vecino el pasado domingo, en el Ensanche Isabelita, Santo Domingo Este.
Mientras que la madre de la menor luce inconsolable pidiendo que maten al Starlin Francisco, quien confesó que mató a la niña.
“Ay Dios mi hija Señor, lo que quiero es que lo maten a él. Ay Dios mío mi hija más grande la que me quitó el juicio. Cuando parí a esa niña me puso loca (…) esa era mi vida, yo me quiero morir, yo lo que me quiero morir Dios mío”, exclamaba la madre mientras se cuestionaba ¿por qué Dios le hizo eso?
De su lado, la abuela de Liz María lamentaba el caso indicando que la niña no tenía fuerzas para enfrentar a su verdugo.
Manifestó que “El Panadero” siempre estaba en su casa y que le prestaba su celular a la niña.
“El tenía lo de él planeado. Yo quiero hablar con él, por favor para preguntarle, a ver qué fue”, insistía la abuela de la infante.
Durante un interrogatorio en las inmediaciones de la Autopista Las Américas, el panadero narró que metió el cuerpo de la niña en un saco, lo colocó en el canasto de su motor, se trasladó a las inmediaciones del mar y lanzó el cuerpo al agua.
“Paré el motor y tiré el saco para abajo”, respondió el panadero a los cuestionamientos de un oficial de la Policía, cuando era interrogado la noche del lunes en las inmediaciones de La Autopista Las Américas próximo al sector donde residen él y la víctima.
El panadero está detenido en el destacamento Los Farallones, Santo Domingo Este.
La pequeña Liz María salió el domingo a las 8:00 de la mañana a buscar alegadamente un celular que su vecino le prometió que se lo regalaría, según dijeron vecinos en el sector. El hecho se produjo en la calle 13, detrás del Hotel Tropicana, de Isabelita Segunda.
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