Drama el que ha vivido una familia de Guatemala, luego de perder el pasado lunes 9 de diciembre a su hijo, un niño de tan solo 12 años llamado Carlos Benjamín Orellana, quien falleció luego de comer un vaso de sopa instantánea.
Según varios medios locales, el pequeño Carlos, quien vivía en el seno de una familia muy humilde y por lo cual, vendía, junto con su hermano, cobre que recogían de la basura. Ese día, volvió a su casa tras una ardua jornada laboral con una sopa instantánea en la mano.
Pasó un tiempo y el niño le dijo a su mamá que se sentía mal y a los pocos minutos, el pequeño se desmayó en el patio de su casa.
De inmediato, su madre llamó al número de emergencias para pedir auxilio; rápidamente llegaron los bomberos, los cuales dijeron haber encontrado al niño morado, por lo que de inmediato pidieron el apoyo de una ambulancia para que fuera trasladado al hospital.
Durante el trayecto, Carlos seguía inconsciente pero aún con pulso. Horas después de haber llegado al nosocomio, los médicos informaron el deceso del menor.
Al pequeño se le practicó una autopsia con la cual se determinó que una enterocolitis fue lo que le provocó la muerte. Esto es una inflamación del intestino grueso y delgado que provoca diarrea y generalmente, se produce por consumir algún alimento contaminado.
La madre de Carlos indicó que no supo de dónde obtuvo la sopa, ignora por completo si el niño la había comprado, si alguien se la regaló o la encontró entre la basura.
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