RD.- La alegría se posa en el alma de una mujer y se refleja en su rostro luego de dar con el paradero de su familia biológica 38 años, después de haber sido dada en adopción.
Carolina Mejía, quien fue dada en adopción ocho horas después de haber llegado a este mundo, se encontró con sus tres hermanos gracias a un llamado que hiciera a través de un noticiario.
Sin embargo, aunque sus hermanos fueron los emisores de la mala noticia de que su madre había falle-cido en 2010, Mejía expresó que se siente feliz por haber encontrado a sus familiares.
El encuentro tuvo como escenario el malecón de la avenida España, donde las aguas del mar fueron testigos del emotivo momento.
Ese lugar fue elegido por la familia ya que los mismos viven relativamente cerca. Carolina es residente en Boca Chica mientras que sus hermanos son residentes en el sector Los Frailes, Santo Domingo Este, a solo 22 kilómetros de distancia.
Una hermana de Mejía dijo que antes de su fallecimiento su madre les habló acerca de la adopción de Carolina, y aunque intentaron buscarla no les había sido posible encontrarla debido a la poca información que tenían.