En un esfuerzo por crear conciencia sobre los peligros que acarrean el consumo de sustancias ilícitas, presentamos el testimonio de Maritza Rodríguez Rojas, una joven cuya belleza facial se vio profundamente afectada por el uso de estupefacientes.
El propósito fundamental de esta entrevista es dirigirse a los jóvenes que actualmente se encuentran inmersos en ese mundo tan oscuro, y mostrarles las consecuencias devastadoras que pueden tener en su vida, incluyendo los cambios en el físico.
Maritza, residente en Abanico de Herrera, valientemente, compartió su experiencia y los efectos que tuvo en su salud y apariencia por el consumo. Además, salió adelante con un embarazo a los 28 años, producto de una relación con un adolescente de apenas 15 años.
Por otra parte, Maritza relató que las desgracias en su vida comenzaron el día que probó por primera vez las sustancias ilícitas y que, posteriormente, le tocó vender su cuerpo, lo que la llevó a volverse viciosa a las sustancias, ya que le permitía sobrellevar las situaciones como dama de compañía. Incluso, le tocó ver como le arrebataron la vida a una amiga, la cual minutos más tarde lanzaron por un barranco.
Lo más impactante de todo es la manera en la que la joven comenzó a notar cómo su cara se iba desfigurando. Rojas agregó que le pidió a Dios una cantidad de dinero, el cual utilizaría para mudarse y apartarse de las amistades que la estaban llevando a la perdición, y que si se la consumía le abriera huecos en su boca y nariz.
Rodríguez explicó que Dios cumplió con lo que ella le pidió. Sin embargo, le ha dado una segunda oportunidad.
Esperamos que este testimonio sirva como una advertencia y un llamado a la reflexión para los jóvenes que están lidiando con las sustancias, instándolos a buscar ayuda antes de que sea demasiado tarde. La recuperación es posible, y es fundamental tomar decisiones informadas y saludables para preservar la salud de cada individuo.
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