El líder de los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, anunció este viernes que las negociaciones para aumentar el límite de endeudamiento del país y evitar un default entraron en una “pausa”, en medio de “reales diferencias” según la Casa Blanca.
“Sí, tuvimos que hacer una pausa”, dijo a McCarthy a reporteros en el Capitolio al ser interrogado sobre la situación de las tratativas, al tiempo que la Casa Blanca dijo poco antes que persisten “reales diferencias” entre las dos partes para subsanar la crisis.
“No podemos gastar más dinero el próximo año” fiscal, sostuvo el republicano McCarthy, en una pulseada con la Casa Blanca que se extiende desde hace semanas, cuando se acerca la fecha del primero de junio y Estados Unidos podría entrar en una inédita moratoria.
Los republicanos están insistiendo en que el presidente Joe Biden debe recortar el gasto público si quiere obtener su apoyo para subir el techo de endeudamiento del país, un tope cuyo aumento o suspensión es resorte del Congreso.
Los demócratas en tanto, sostienen que las dos cosas no pueden ligarse y quieren un aumento de la capacidad de emisión de deuda sin condiciones.
El campo oficialista presenta las conversaciones ahora pausadas como una oportunidad de discutir el presupuesto. Pero este viernes la Casa Blanca reconoció las dificultades de avanzar con sus contrapartes republicanos.
“Hay reales diferencias entre las partes en temas presupuestarios y las conversaciones serán difíciles”, dijo un funcionario de la Casa Blanca en una declaración previa a la de McCarthy.
“El equipo del presidente está trabajando duro para encontrar una solución bipartidista razonable que pueda ser aprobada por la Cámara (de Representantes) y el Senado”, añadió.
El presidente, que se encuentra en la cumbre del G7 en Japón, acortó su gira por Asia para regresar antes a Washington y tratar de obtener un acuerdo.
Pulseada
Biden y McCarthy sostuvieron dos reuniones en los últimos días a medida que se acerca el plazo que según el Departamento del Tesoro podría poner a Estados Unidos entre la espada y la pared.
Los republicanos reclaman bajar el gasto público y el déficit fiscal, y quieren reducir la emisión de deuda que habitualmente permite cubrir esa brecha.
Demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo sobre este aumento de la capacidad de emisión de deuda de Estados Unidos, a pesar de que es indispensable para que el país honre sus pagos a acreedores, proveedores, pague salarios de los funcionarios públicos y las pensiones.
Subir el límite de la emisión de deuda suele ser un trámite rutinario en el país, que usa este sistema dependiente del Congreso desde hace décadas. Pero esta vez, como viene ocurriendo con más frecuencia, el asunto es objeto de una pulseada política.
Estados Unidos superó en enero el límite máximo de emisión de deuda pública, que es de 31,4 billones de dólares, y desde entonces se han aplicado medidas extraordinarias que solo permiten cumplir con las obligaciones por un tiempo.
En reacción a esta parálisis, la bolsa de Nueva York terminó en rojo este viernes luego de una buena semana.
Los índices, que arrancaron la jornada en positivo, perdieron terreno y cerraron con bajas. El Dow Jones cedió 0,33%, el tecnológico Nasdaq 0,24% y el S&P 500 0,15% en la campana de cierre.
“La decepción sobre las negociaciones por la deuda es seguramente” el origen de la caída de las acciones, exclusivamente Jack Ablin, de Cresset Capital.
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