Un silencio angustiante recorre las montañas de Manabao, en Jarabacoa, desde la tarde del domingo, cuando el pequeño Roldany Calderón, de apenas tres años, desapareció sin dejar rastro en un área cercana al Parque Nacional José Armando Bermúdez.
La familia, que había salido a compartir un día de campo en el paraje El Arraiján, no imaginó que ese momento de esparcimiento terminaría convirtiéndose en una pesadilla.
Roldany fue visto por última vez entre las 2:00 y 3:00 de la tarde, según relató su padre, Efraín Nicolás Calderón, quien explicó que el niño jugaba en el patio con una botella de refresco y una cubeta de agua.
La escena parecía segura: dos niñas estaban con él, mientras los adultos preparaban comida. Pero en tan solo cinco minutos, el niño se desvaneció de su vista. “Yo lo llevé donde su papá, y después estaba con él en la cocina”, narró una de las menores.
“Tenía un poloché… pero no, él no bajaba el río”, dijo con inocencia, sin saber que sus palabras se convertirían en parte de una cadena de pistas todavía inconclusas. La familia, proveniente de Hato Viejo, se encontraba en la última casa habitada de la zona, un punto solitario y montañoso donde el acceso es limitado.
A las 5:20 de la tarde se emitió la alerta, y desde entonces, comenzó una búsqueda intensa encabezada por las autoridades y apoyada por más de 50 voluntarios que han peinado fincas, tayotales y cauces cercanos.
Pablo Pimentel, del Cuerpo de Bomberos de Buena Vista, confirmó que los rescatistas no han detenido los operativos ni un solo día.
El operativo se ha expandido a nuevas áreas, con la esperanza de hallar alguna señal que conduzca al paradero del menor.
Los padres, Carolina Vargas Ureña y Efraín Nicolás Calderón, no han dejado de implorar ayuda, aferrados a la esperanza de encontrar a su hijo con vida.
La comunidad entera ha respondido con solidaridad, sumándose al rastreo con herramientas, animales y oraciones, en una muestra de unión frente a la incertidumbre.
Desde hoy, las labores de rescate se intensifican aún más, mientras unidades especializadas y nuevos refuerzos se incorporan a la búsqueda.
Las autoridades reiteran su llamado a que cualquier persona con información relevante colabore sin demora, recordando que cada segundo cuenta en este tipo de situaciones.
El caso de Roldany ha conmovido profundamente a la región, activando una cadena de colaboración entre ciudadanos, cuerpos de socorro y medios de comunicación, quienes mantienen la esperanza de que el niño sea encontrado sano y salvo.
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