El responsable del sistema educativo de Oklahoma, Ryan Walters, ordenó este jueves a todas las escuelas del estado que incorporen de forma inmediata en sus programas la enseñanza de la Biblia y los diez mandamientos.
Walters justificó la decisión al señalar en un escrito enviado a los colegios estatales que la Biblia es una de las bases de la Constitución estadounidense y de Estados Unidos.
«La Biblia es uno de los libros más significantes históricamente y un fundamento de la civilización occidental junto con los diez mandamientos», señaló.
«Serán mencionados como un apropiado estudio de historia, civilización, ética, religión comparativa o similar, así como por su sustancial influencia en los fundadores de nuestra nación y los principios fundacionales de nuestra Constitución», añadió Walters.
Su orden impone el estudio de la Biblia a todos los escolares de entre 10 y 18 años y es conocida días después de que el Tribunal Supremo de Oklahoma ordenase al estado rescindir la financiación pública de una escuela religiosa.
El tribunal argumentó que una escuela financiada con dinero público no puede ser «sectaria».
También la semana pasada Luisiana aprobó una ley que obliga a que las escuelas estatales exhiban los diez mandamientos.