Una mujer de 33 años, identificada como Paige Reaney, ha admitido haber mantenido relaciones con su perro, un pug llamado Charlie, en varias ocasiones, mientras que su pareja, Graham Marshall, de 38 años, también enfrenta cargos por su participación en los abusos.
Ambos están bajo proceso judicial por múltiples delitos de abuso animal y pornografía extrema.
La pareja sometió al perro a actividades se-xu-a-les de manera habitual durante un periodo que abarca desde agosto de 2019 hasta diciembre de 2022, según informó el Tribunal de la Corona de Sheffield, Reino Unido. Durante este tiempo, Reaney abusó sexualmente del animal en al menos cuatro ocasiones, según su confesión.
Marshall, por su parte, se declaró culpable de instigar y ayudar a Reaney en estos actos de abuso, además de ser responsable de causar sufrimiento innecesario a un animal protegido, al permitir que el perro fuera sometido de manera constante a situaciones que le provocaron dolor y sufrimiento.
Entre los cargos que enfrenta, también se le imputan delitos de voyeurismo y la posesión de imágenes pornográficas extremas relacionadas con actos sexuales con animales, tanto vivos como muertos.
Además, Marshall ha admitido siete cargos por la creación de fotografías indecentes de niños, incluidas imágenes clasificadas en la Categoría A, la más grave, mientras que negó la acusación relacionada con la Categoría C.
Paige Reaney, originaria de Sheffield, podría enfrentar una condena de hasta dos años de prisión cuando sea sentenciada en una fecha futura. Por su parte, Marshall fue puesto en libertad bajo fianza condicional y deberá comparecer nuevamente ante el tribunal el próximo 12 de diciembre para continuar con su proceso.
Este caso ha generado un fuerte repudio público debido a la gravedad de los hechos y ha encendido el debate sobre las medidas necesarias para proteger a los animales de este tipo de abusos.