RD.- El ministro administrativo de la Presidencia informó que el gobierno proyecta para el próximo año impulsar una reforma fiscal integral similar a la que auspició el presidente Joaquín Balaguer a principio de los años 90, específicamente en 1992.
José Ignacio Paliza dijo que es obligado llevar a cabo dicha reforma, para que aquellos sectores que hoy no pagan se formalicen, mientras que aquellos que tienen mucho peso sobre sí en los aportes que hacen a la economía puedan tener ciertos respiros que los ayuden a ser más competitivos.
Paliza confió en que esa reforma fiscal ayudará a que el gobierno tenga mejores recaudaciones, porque se trata de una forma más inteligente de recaudar.
El funcionario agregó que eso ayudará o aminorará las dificultades económicas que tiene el país con miras al próximo año y a los venideros.
Sostuvo que se trata de una reforma integral que no puede ser impuesta, sino que tiene que ser el producto de una gran conversación entre todos los sectores, tanto del ámbito público como privado.
“Hay que recordar que la última reforma fiscal integral se produjo en los años 90, cuando producto de los acuerdos que había firmado el presidente Joaquín Balaguer con organismos internacionales, nos obligó a un conjunto de reformas no solo en el ámbito tributario, sino en otras áreas que estimularon la economía”, explicó en exsenador, al ser entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA, que cada domingo se difunde por Telesistema Canal 11.
Argumentó que dichas reformas propiciaron que cuando el Partido de la Liberación Dominicana llegó al poder en 1996 se vivió un clima de crecimiento importante.
“Bueno, tenemos que volver a una reforma similar a la de 1992, en el sentido de que sea pensada, integral, que no sea un parcho para cubrir una crisis eventual, o para generar una recaudación de momento que pueda ser necesitada, sino que sea un proyecto nacional en el que nos sentemos todos y que no sea de choque, y sí de estímulos”, razonó.
El ministro administrativo de la Presidencia reconoció que en la reforma tributaria de principio de los años 90 se redujeron varios impuestos.
“Tienen que hacerse, en algunos casos aumentarlos, en otros reducirlos, también habrás que reinventarlos, hay algunos sectores que han vivido con exenciones históricas que no le rinden a favor del país necesariamente a la altura o el nivel de esas exenciones que reciben”, advirtió el ministro Paliza.
Recordó que hay grupos sociales que al día de hoy no han podido ni siquiera formalizarse, y por supuesto todas esas reformas que se proyectan también obligan de un compromiso del gobierno.
En tal sentido reconoció que nadie quiere contribuir más al sistema, si no ve de este que se está respetando el uso de los recursos públicos, reorientando el gasto adecuadamente, es decir que esos ingresos se usen de manera honesta y transparente.
Dice despilfarro que había dejan peores secuelas que el Covid
De acuerdo a José Paliza, la desorganización y despilfarros que había en el pasado gobierno dejan secuelas al país peores que las provocadas por la pandemia del coronavirus.
“Es que, al margen de la pandemia y de la crisis que ha generado, nosotros nos hemos encontrados con otras realidades en la dirección del Estado que son quizás más profundas en sus secuelas que las que puede generar el coronavirus”, lamentó el ministro administrativo de la Presidencia.
Agregó que ese nivel de desorganización y despilfarro era de tal magnitud que en medio de la peor crisis sanitaria que ha vivido el país, uno de los principales hospitales regionales como el Cabral y Báez de Santiago tiene ocho años de remodelación.
“Y que se ha gastado suficiente dinero con lo que se había podido construir dos hospitales, ese es el modelo de gestión gubernamental que hemos heredado”, deploró el funcionario.
Insistió en que desde la cosa más sencilla hasta la más compleja tenían deficiencias a la vista, y eso ha provocado que el actual gobierno haya tenido que dedicar una gran cantidad de tiempo para organizar la casa y poder echarla a caminar.
“Y por eso ha sido mucho más engorroso este recorrido de cuatro meses que le ha tocado al presidente Luis Abinader gestionar”, explicó.
Sostuvo que había una gran cantidad de instituciones con responsabilidades duales, altas deudas acumuladas, tanto sociales como económica, y por eso no ha sido tan sencillo gestionar esos males, algunos de los cuales tomarán años en resolverse.
Puso como ejemplo la millonaria inversión que hace el Estado en la construcción de la Presa de Monte Grande, cuya finalidad es contener las aguas del Río Yaque del Sur para que no siga causando daños cuando tiene crecidas.
Dijo que lógicamente sus funciones son para la irrigación y producción de agua potable para las personas en su área de influencia, pero en dicha obra no se contemplaron la construcción de acueductos ni canales de riego.
“Por tanto la rentabilidad social que debe generar el proyecto no está garantizada, y esas son las cosas que nosotros hemos tenido que lidiar en estos cuatro meses”, subrayó.
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