Kathy María Pérez Cepeda es una joven de 21 años que hace pocos días alumbró trillizas en un centro de salud de Santiago. Reside junto a su pareja y las niñas en condiciones muy precarias en la localidad El Quemado de la provincia La Vega, al norte del país.
La joven madre explica que se adapta a la idea de cuidar a sus tres recién nacidas Charlot, Charlenys y Charlyn, y es que cuando una de las bebés llora, sus dos hermanitas se unen al llanto, causando impotencia a la madre primeriza.
«Yo quería una niña, pero Dios quiso que fueran tres, a veces creo que me voy a volver loca siendo tan pequeñitas y llorando juntas, tengo dos manos y sólo puedo cargar una cuando las tres están desesperadas, pero Dios me ayuda» narra la mujer.
Las niñas se mantuvieron por varios días, desde su nacimiento, en cuidados intensivos en un hospital de Santiago, con problemas respiratorios, ahora están bajo el cuidado de los jóvenes padres, éstos explican que necesitan ayuda debido a que solo el hombre puede trabajar y apenas gana 3 mil pesos, razón por la que se ha endeudado completamente.
Juan Pablo Rivas Santos, de 24 años, padre de las trillizas, trabaja en una ferretería, sus amigos le han prestado dinero para el sustento de las bebés, pero éste asegura sentirse impotente tras no tener los medios necesarios para sustentar su familia.
A pesar de su extrema pobreza, la pareja sólo tiene seguro que por nada del mundo separaría a las hermanitas que duermen en una cuna prestada.
Para ayuda llamar a los teléfonos Para ayuda, 809- 791-1888 y 809- 694- 9976, o depositar en la cuenta número 803 856 111 del Banco Popular. También puede dirigirse a la calle 7 de El Quemado en la provincia La Vega.
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