La historia de esta familia es única, muy especial. Esta familia nació el 28 de agosto de 2000, cuando la pareja gay compuesta por Danny Stewart y Pete Mercurio, de 32 años, volvían a su casa en Manhattan, en metro.
Vieron algo envuelto en una sudadera, parecía una muñeca, pero no, era un recién nacido. “No tenía ropa puesta, solo estaba envuelto en una sudadera”, dijo Mercurio a la BBC. “Su cordón umbilical todavía estaba parcialmente intacto, así que me di cuenta de que era un recién nacido. Estaba pensando que tal vez un día o dos.
Danny corrió buscando ayuda pero nadie le hizo mucho caso en el metro, así que llevó al bebé al hospital y acudió a la policía para prestar declaración.
“Recuerdo que me volví hacia Danny y le dije en la acera mientras el auto de la policía se alejaba: ‘Sabes, estarás conectado con ese bebé de alguna manera por el resto de tu vida’”, dijo Mercurio
Justo en ese momento se estaba probando en Nueva York un proceso de adopción acelerado para bebés abandonados, y una de las juezas que participaba en el proyecto fue la que tomó testimonio a Danny.
«Sr. Stewart, quiero hacerle saber lo que está sucediendo aquí, en los casos en que tenemos un bebé que ha sido abandonado, queremos colocarlo en un hogar de acogida preadoptivo lo más rápido posible ”, dijo que le dijo la jueza. «¿Le interesaría adoptar a este bebé?»
“Sí, pero no creo que sea tan fácil”, respondió. «Bueno, puede ser», replicó el juez.
Danny estaba eufórico, feliz, pero a su pareja no le hizo tanta gracia. Pete se enfadó, decía que su vida no estaba lista para un bebé, vivían en un apartamento pequeño, compartían piso con un amigo, y le molestaba que Danny hubiera tomado la decisión sin consultarle.
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Mientras Danny esperaba recibir al pequeño, Pete estaba haciendo las maletas para marcharse.
Todo cambió cuando visitaron al bebé. Pete Mercurio dijo que sostuvo al bebé y sintió una ola instantánea de calor. “El bebé me apretó el dedo con toda su mano con tanta fuerza”, dijo. Él solo me estaba mirando y yo solo lo estaba mirando a él, y fue casi como si encontrara un punto de presión en mi dedo que abrió mi corazón y mi cabeza y me mostró en ese momento que yo podía ser uno de los sus padres, uno de sus papás.
Les ofrecieron llevarse al bebé para Navidad y aceptaron encantados. Prepararon el apartamento y comenzaron a asistir a clases para padres. Pasaron todos los filtros psicológicos y al año siguiente se formalizó la adopción con la jueza que les había brindado la oportunidad.
La misma jueza que 10 años después, cuando se aprobó el matrimonio igualitario, los casó.
Esta mujer, la razón por la que somos una familia, es una vez más, la razón por la que nos vamos a casar. Fue como cerrar el círculo ”, dijo Stewart.
El bebé ya es un hombre de 20 años, se llama Kevin y estudia matemáticas e informática en la universidad.
«No puedo imaginar mi vida si no hubiera sido así», dijo Stewart. “Mi vida se ha vuelto mucho más enriquecida y plena. Ha cambiado mi visión del mundo, mi perspectiva, todo mi objetivo«.
“No sabía que este nivel de amor profundo existía en el mundo hasta que mi hijo llegó a mi vida”, cuenta Pete que además publicó un libro con la historia de su familia.
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