RD.- Mildomio Adames, el peregrino que salió desde Santo Domingo, llegó a Puerto Plata la mañana del domingo y fue recibido por una multitud.
Adames con una cruz de madera a cuesta de aproximadamente 15 pies de largo, hará una escala en la costa Atlántica como parte de su recorrido a nivel nacional. A su llegada a San Felipe de Puerto Plata, desde curiosos hasta religiosos se sumaron al peregrinaje que se convirtió en algo parecido a una concentración política.
Mildomio Adames dijo que salió de la capital el pasado lunes 20 del cursante mes de abril y tiene como misión ir visitando todos los pueblos de República Dominicana donde lleva el mensaje de que la población debe volverse a Dios.
Como si fuera un profeta o un profesional de la medicina, vaticinó que tras su llegada ese poblado quedará libre del COVID 19. La provincia de Puerto Plata registra 13 decesos por coronavirus.
Durante el trayecto recorrido, salieron a su encuentro una infinita cantidad de ciudadanos quienes a pesar del aislamiento social por el Coronavirus se le acercan y muchos hasta se arrodillan, en vista que dicho hombre exhorta a la gente humillarse ante Dios para evitar castigos divinos.
Envió un mensaje al gobierno y al país, que a partir de mañana no habrá virus en la República Dominicana, también dijo que el Covid-19 fue hecho por la humanidad y no un castigo de Dios.
Adames asegura que supuestamente es un mensajero de Dios y no se preocupa cuando lo catalogan de loco o fanático religioso, ya que cumple su misión de ir de pueblo en pueblo de nuestro país llamando la gente al arrepentimiento ya que el Todopoderoso pudiera derramar su ira sobre el país.
El peregrino llegó la tarde del viernes al municipio de Imbert donde hizo una parada, pasando la noche en el Cuartel de Bomberos y en la tarde de este sábado continuó su camino hasta llegar al distrito municipal de Maimón, donde permanece en la Parroquia Nuestra Señora de La Milagrosa y el domingo arribará a San Felipe de Puerto Plata.
Sostiene que cumplirá su misión en esta ciudad, ya que detendrá el avance del Coronavirus cuando introduzca la cruz que carga en el hombro al Océano Atlántico y le ore a Dios desde allí, para luego emprender su viaje de retirada hacia San Francisco de Macorís y Cotuí.
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