El preocupante repunte de casos de coronavirus en Florida (EE.UU.), que de acuerdo al último reporte oficial presenta una tasa de positividad del 15,1 %, ha llevado a algunos funcionarios electos a pedir al gobernador estatal, Ron DeSantis, que declare el estado de emergencia.
La legisladora estatal Annette Taddeo remitió este martes una carta a DeSantis en la que le pidió que declare el estado de emergencia, que sería el segundo durante la pandemia de la covid-19, en vista de que las “hospitalizaciones relacionadas con la covid-19 aumentaron un 106 % en Florida durante las últimas 2 semanas”.
“En este momento, nuestro estado está experimentando tasas de infección y hospitalización similares a las que ocurrieron en junio de 2020, cuando fuimos testigos de las tasas máximas de infección, intubaciones y muertes”, señaló la legisladora estatal en su misiva.
DeSantis firmó en marzo del año pasado una declaratoria de emergencia a causa del avance de la covid-19, que luego extendió y mantuvo vigente hasta el 3 de mayo de este año, aunque no hay visos, por el momento, de una nueva declaración, según han dicho portavoces de su oficina al medio local Tallahassee Democrat.
Tampoco hay señales de una vuelta a los informes diarios sobre la incidencia del coronavirus en este estado, uno de los escasos en Estados Unidos en donde todos sus condados (67) se hallan en el nivel “alto” de transmisión comunitaria de la enfermedad, de acuerdo a los gubernamentales Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Taddeo le pidió a DeSantis que retorne a los informes de incidencia diarios, que desde el pasado 7 de junio fueron reemplazados por reportes semanales, para así, dijo, “comprender completamente nuestra situación”.
“No estamos viendo el alcance total de los casos de COVID-19 debido a datos incompletos”, añadió la legisladora.
CIFRAS ALARMANTES
De acuerdo al último reporte oficial del Departamento de Salud de Florida, publicado el pasado viernes, en este estado se ha registrado la alarmante cifra de 73.199 nuevos contagios en la semana del 16 al 22 de julio, un aumento del 60 % respecto de la anterior (45.584 casos), más que ningún otro estado del país.
La tasa de positividad alcanzó el 15,1 %, con un promedio de 10.000 nuevos contagios diarios para un acumulado total de cerca de 2,5 millones de casos en el estado desde el inicio de la pandemia el 1 de marzo de 2020, según la agencia estatal.
Incluso, en el condado de Volusia, en el centro de Florida, la tasa de positividad llegó al 21,6 % y en el de Union, al norte, fue del 30 %.
Además, la pasada semana se contabilizaron 282 muertes por la covid-19 en Florida, un estado con solo el 48,5 % de su población vacunada completamente y con los hospitales en alerta máxima por el aumento del número de infectados hospitalizados.
La legisladora envió su carta el mismo día en que los CDC recomendarán que los estadounidenses completamente vacunados contra la covid-19 vuelvan a llevar mascarilla en interiores en la mayor parte del país.
La medida es un retroceso en relación con las recomendaciones de esta agencia del mes de mayo, cuando avanzaba a paso firme la vacunación e informaba a quienes habían recibido ya la pauta completa que podían ir sin mascarilla la mayor parte del tiempo, incluso en espacios interiores.
El lunes, casi 60 grupos médicos y de salud, entre ellos la Asociación Médica Estadounidense, el Colegio Estadounidense de Médicos y la Academia Estadounidense de Pediatría, emitieron un declaración conjunta para pedir a todos los hospitales y centros de atención médica de EE.UU. que obliguen a sus empleados a vacunarse contra la covid-19.
En un comentario publicado en The American Journal of Medicine, el doctor Charles Hennekens, de la Facultad de Medicina de la Florida Atlantic University (FAU), dijo que en EE.UU. la covid-19 es “en gran parte una epidemia de personas no vacunadas” y resultaba alarmante que entre los trabajadores sanitarios no hayan altos niveles de vacunación.
“En la actualidad, en EE.UU. los trabajadores de la salud y el público en general deben ser muy conscientes de que estas vacunas brindan la mejor oportunidad para combatir el COVID-19. El rechazo de la vacuna por parte de los trabajadores de la salud plantea un ‘atolladero ético’”, resaltó Hennekens.
En momentos en que en Florida y EE.UU. la cifra de casos se dispara por las nuevas variantes como la delta, más contagiosa que las anteriores, y otras nuevas, el epidemiólogo de la Universidad del Sur de Florida Edwin Michael y su colega Ken Newcomb sugieren duplicar las cifras de vacunación.
Michael señaló que no se alcanzará la inmunidad colectiva hasta que la tasa de vacunación se ubique en al menos el 85 %.
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