Moca.- Desde los siete años, comence a tomar alcohol y su droga natural es el alcohol, el que tomo sin hacerle daño a nadie, eso quiere decir, amigo de todos mis muchachos, así de espontáneo, era Eduardo José Pérez (a) Piyoyo, quien era una figura pintoresca y popular de la ciudad de este municipio.
En vida, Piyoyo, fue un bohemio, muy querido por la dirigencia política local, pese a pertenecer al Partido Reformista y seguirdor obcecado del líder del PRSC, el doctor Joaquín Balaguer, al que defendia “con uñas y dientes”.
La muerte que persigue a cada ser humano que nace, se lo lleva al infinito al más allá, al lado de nuestro Creador Supremo, al descanso eterno, que con su sonrisa, formulismo político y abundoso bigote español, su jococidad urdia una tertulia pueblerina.
Se le via en esos menesteres cotidiano abrazar el diálogo en lugares como los parques céntricos, plazas, esquinas, centros de esparcimiento y recreación, cualquier escenario era campo abierto para sus exposiciones políticas y añoranzas vividas en grupos de jóvenes y adultos.
A Eduardo José Pérez (Piyoyo), la muerte lo sorprende este sábado, en horas de la mañana, donde familiares y vecinos, encuentran su cádaver, yacía allí el cuerpo sin vida de un personaje popular, que vivió la vida llena de felicidad, como el mismo profesaba.
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