Durante 40 días los católicos se alistan para la conmemoración de los misterios de la muerte, pasión, obra y resurrección de Jesucristo. E invitan a los ciudadanos a ayunar y seguir las prácticas religiosas y, a no consumir carnes, no por su color, sino porque representa el cuerpo de Cristo crucificado.
Abstenerse a consumirla durante la Semana Mayor, también corresponde a un acto de penitencia para que el cristiano practique ciertos sacrificios y se alejen del pecado.
El objetivo de la Gran Semana es conmemorar el sacrificio de Jesús.
Para estas fechas no se consume carne por varias razones, las más esenciales serán expuestas a continuación:
Representa el cuerpo de Cristo crucificado. Penitencia por el sacrificio de Jesucristo. Las carnes rojas y blancas están relacionadas con la ostentación, lo volátil, a los símbolos de riqueza, y lujuria.
Palabra del Papa Francisco y algunos arzobispos para la conmemoración
De acuerdo con el Papa Francisco, en esta época debe prevalecer el “acto de caridad”, y no solo considerar que se puede comer.
Por el contrario, algunos arzobispos declararon que “el consumo de carne en Cuarentena no es pecado”; aun estando, estrechamente relacionado con la lujuria.
Quiénes deben dejar el consumo de las carnes y someterse al ayuno
Las personas mayores de 59 años de edad, deben someterse al ayuno como un acto de purificación; mientras que los mayores de 14 años de edad, tienen que cumplir con la abstinencia de las carnes.
Origen de las carnes rojas y blancas
Las Carnes Rojas, nacen de mamíferos terrestres de sangre fría, y se asocian a lo mundano; y se oponen a lo espiritual; las Carnes Blancas son vinculadas a lo volátil y a la sangre fría porque emana de los animales aéreos y/o acuáticos.
Recomendación de la biblia hebrea
No obstante, la biblia hebrea sugiere comer pescado y aves en la Cuarentena a raíz de que ambas aves vienen de las aguas.
El ayuno y el no comer carne son prácticas que se encuentran reglamentadas; y no pueden ser consumidos todos los viernes; y queda prohibido el ayuno el miércoles de ceniza y Viernes Santo.
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