El presidente de Rusia, Vladímir Putin, puso hoy en alerta sus arsenal nuclear ante la creciente oposición internacional a su invasión militar de Ucrania, mientras Kiev comunicó que acepta negociar con Rusia «sin claudicar».
Cuatro días después de que comenzase la invasión con tropas y bombardeos, las fuerzas ucranianas resisten de momento frente al poderío militar ruso y la presión internacional contra Moscú se incrementa con sanciones y vetos a políticos, organismos, bancos, aviones, medios de comunicación, oligarcas y deportistas rusos.
Pero Rusia subió hoy también su amenaza al anunciar que pone a las fuerzas de arsenal nuclear en «régimen especial de servicio», tras las «declaraciones agresivas» de los principales países de la OTAN en los últimos días.
La Alianza Atlántica calificó esas palabras de «retórica peligrosa» mientras la Casa Blanca acusaba a Rusia de «fabricar amenazas» para «justificar mayores agresiones», un «patrón de conducta» que considera habitual en el mandatario ruso.
Jen Psaki, portavoz del presidente estadounidense, Joe Biden, en una entrevista televisiva, remarcó que «la comunidad global y el pueblo estadounidense deberían verlo desde este prisma», ya que «en ningún momento ha estado Rusia bajo amenaza de la OTAN o ha estado Rusia bajo amenaza de Ucrania».
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, coincidió: «Si combinas esta retórica con lo que los rusos están haciendo sobre el terreno en Ucrania, lanzando una guerra contra una nación soberana independiente, esto añade gravedad a la situación»,
Las fuerzas de disuasión estratégica de Rusia la componen las fuerzas nucleares, incluidos los misiles intercontinentales, así como fuerzas no nucleares, y la defensa antimisiles, el sistema de alerta temprana y la defensa antiaérea.
NEGOCIACIÓN EN BIELORRUSIA
Hoy ambos países anunciaron que negociarán en Bielorrusia, un firme aliado de Moscú. Ucrania ha informado que lo hará sin condiciones en la frontera ucranio-bielorrusa, junto al río Pripiat, y que el régimen bielorruso responde por la seguridad de la delegaciójn ucraniana.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, precisó en todo caso que su país no va a «capitular ni a entregar una pulga de su territorio», sino simplemente «escuchar lo que quiere decir Rusia» y «decir lo que pensamos de esta guerra»,
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, explicó que aceptó este encuentro «para que más tarde ni un solo ciudadano de Ucrania tenga la menor duda de que yo, como presidente, no traté de detener la guerra, cuando había una pequeña, pero aún así una oportunidad», en un mensaje en vídeo colgado en su canal oficial de Telegram.
Según el Gobierno turco, que mantuvo conversaciones telefónicas con los titulares de Exteriores de ambos gobiernos, la reunión entre las dos delegaciones podría tener lugar mañana mismo.
La reunión será en el puesto de control de Aleksandrovka-Vilcha, en la frontera ucraniano-bielorrusa, junto a la «zona de exclusión» creada en torno a la central nuclear de Chernóbil tras el accidente de 1986.
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