Este es el momento en el que el dominicano David Ortiz recibió la noticia este martes, de que se convirtió en el cuarto dominicano en ser exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown, luego de una exitosa carrera de 20 años en las Grandes Ligas.
Ortiz se convirtió en el cuarto dominicano en ingresar al Salón de la Fama, uniéndose a Juan Marichal (1983), Pedro Martinez (2015) y Vladimir Guerrero (2018).
Al momento de la llamada que le informaba sobre su selección, el exjugador estaba acompañado de sus familiares y Pedro Martínez, quienes de inmediato lo abrazaron y celebraron con él su ingreso a Cooperstown.
Ortiz entró al selecto grupo de inmortales con el 77.9 % de los votos. Se necesita un 70 % para ser elegido.
Con una carrera de 20 años que comenzó con Minnesota el dos de septiembre de 1997 y concluyó en el 2016 en Boston, Ortiz repartió palos de todo calibre y en los llamados momentos grandes.
El designado y bateador zurdo despachó 541 cuadrangulares, y remolcó 1,768 vueltas. Su promedio de bateo fue de .286. Por igual disparó 632 dobles.
Una decena de viajes al Juego de Estrellas y siete Bates de Plata también adornan su prontuario, pero pocos logros se comparan con haber sido pieza clave en tres coronas de los Medias Rojas.
Fue en la postemporada donde nació la leyenda del “Big Papi” y eso debe inclinar la balanza a su favor.
El hecho de ser bateador designado ha sido un óbice histórico. Por ejemplo, Edgar Martínez esperó 10 años para recibir la alta distinción.
Por otro lado, Ortiz tuvo sus mejores años al mismo tiempo que la MLB implementaba un mayor sistema de control para los esteroides y nunca dio positivo, lo que ha sido tomado en cuenta por varios periodistas que votan.
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