La comunidad mocana conmemoró con diversos actos el 48 aniversario del fallecimiento trágico del sacerdote salesiano español Juan Miguel Vicente Martí, quien fuera considerado como el apóstol de la juventud de esta comunidad.
Vicente Martí, quien falleciera en un accidente automovilístico de motor, el martes 26 de agosto de 1974, dejó huellas marcadas en la juventud mocana como un gran guía, orientador y organizador de actividades. Su deceso provocó un sentimiento de dolor y vacío colectivo en toda una comunidad que había adoptado como su Segunda Patria.
El Padre Vicente es recordado por la generación de la época, al cumplirse 48 aniversarios de su desaparición física como un verdadero Apóstol, quien les orientaba con cada uno de sus consejos para ser ciudadanos de bien. Hizo popular la frase «no hay mejor amigo que el que da su vida por los demás».
Con el propósito de recordarle en la dimensión que lo merece, fueron realizadas una serie de actividades religiosas, encuentros deportivos, fundamentalmente de futbol deporte del que fuera un gran promotor en
El Padre Vicente estuvo en Moca, 1968-1974, la mayoría de los jóvenes de la ciudad se integraron al CJDB que tenía como principales lemas “Humanizar y Cristianizar a la Juventud”, y “Por una Moca sana, alegre y siempre joven”.
Su obra fue tan fecunda que el periodista ya bogado Luis Manuel Brito Ureña se inspiró a escribir una biografía sobre su vida, titulado: “Vida y obra del Padre Vicente”, con la finalidad de que sirva de referente a la juventud y personas de la época para que conozcan la trayectoria de vida y labor religiosa y social realizada por el sacerdote español.
El doctor Brito Ureña, recoge numerosos testimonios de los discípulos del Padre Vicente quienes cuentan anécdotas sus testimonios sobre el sacerdote. Es una obra de recordación y amor por un hombre que lo dio todo, su vida, en favor de una juventud que estaba ávida de una directriz, que se le señalara un norte, y la encontró en el Padre Vicente.
Deja un comentario