Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) informaron a última hora de este viernes de cuatro posibles nuevos casos de coronavirus COVID-19 en Estados Unidos, por lo que la cifra en el país se elevaría a 66.
Los cuatro casos, anunciados por las autoridades estatales de salud pública, se encuentran en California, Oregón y dos en el estado de Washington, todos ellos en la costa oeste del país.
A excepción de uno de los casos en Washington, donde se diagnosticó el primer caso de coronavirus en Estados Unidos el pasado 21 de enero, se trata de contagios de origen desconocido, pues los pacientes no habían viajado fuera del país ni estado en contacto con otras personas que se supiera padecieran la dolencia.
El cuarto caso puede que esté relacionado con los viajes, indicaron los CDC.
Uno de los ‘presuntos positivos’ anunciados por funcionarios de salud de Washington incluyen a un estudiante de secundaria y una mujer de unos 50 años que había regresado recientemente de un viaje a Corea del Sur, donde, según autoridades del país asiático se han registrado 3.150 casos y 17 muertes.
Los tres casos de los que se desconoce la fuente de infección vienen a sumarse a uno anterior que se anunció en California el pasado 26 de febrero.
Los cuatro pacientes dieron positivo para el virus que causa COVID-19 en sus respectivos estados utilizando una prueba de laboratorio desarrollada por los CDC y se está a la espera de nuevo análisis, aunque se trata a los pacientes como si fueran casos confirmados, indicó la agencia sanitaria estadounidense.
Estos cuatro casos elevan a 19 el número total de casos de COVID-19 detectados a través del sistema de salud pública de EE.UU.
A ellos hay que sumar tres personas que fueron trasladas a Estados Unidos tras dar positivo en China y 44 más que estaban a bordo del crucero Diamond Princess, que estuvo anclado en Japón y que fueron repatriadas al país la pasada semana tras desembarcar del buque.
En Estados Unidos no se ha registrado hasta el momento ninguna víctima mortal por el COVID-19, y un buen número de los primeros pacientes contagiados se recuperaron por completo y pudieron regresar a sus casas tras estar ingresados durante días en el hospital.
El gobierno federal ha estado trabajando estrechamente con socios estatales, locales, tribales y territoriales, así como con socios de salud pública, para responder a esta amenaza a la salud pública. Se han realizado esfuerzos agresivos sin precedentes para contener la propagación y mitigar el impacto de este virus.
‘El gobierno federal continuará respondiendo agresivamente a esta situación en rápida evolución’, afirmaron los CDC, que agregaron que llevan ‘semanas’ preparándose parala detección de casos adicionales de propagación de COVID-19 de persona a persona.
Sin embargo, esta agencia federal ha recibido críticas por la escasez de kits de pruebas de latobatorio disponibles y la dudosa fiabilidad de sus resultados.
La directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC, Nancy Messonnier, reconoció que las cosas ‘no han ido tan bien’ como les hubiera gustado’ y repartió culpas con la compañía fabricante de los kits.
El presidente del país, Donald Trump, ha nombrado a su vicepresidente, Mike Pence, máximo responsable de las operaciones para controlar la expansión del virus, y el Congreso ha prometido un paquete de 1.500 millones de dólares para afrontar la situación sanitaria. EFE
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