Revelan causas de muerte de joven que le negaron aborto en Santiago

Santiago.- “Un shock hipovolémico debido una hemorragia obstétrica grave y acretismo placentario” fueron las causas de la muerte de Winifer Núñez Beato, ocurrida el pasado 2 de junio, en Santiago.

El acta de defunción de la joven que cursaba un embarazo de siete meses, agrega a las causas de fallecimiento un edema agudo de pulmón, conforme copias del certificado que tiene DL.

Para la familia de Winifer se trató de una muerte evitable, pues desde los dos meses de gestación, ya los médicos advertían que se trataba de un embarazo inviable, por lo que la familia buscaba su interrupción, a los que al menos tres médicos se negaron.

Leonel Rodríguez, viudo de Winifer, dijo que, desde el segundo mes de embarazo hasta la hora de su muerte, los médicos sabían que la criatura venía con problemas y su esposa tenía placenta previa, una condición que la mantuvo de licencia médica durante casi todo el embarazo para evitar que el bebé saliera antes de tiempo o un sangrado importante a la madre.

La licencia pareció no ser suficiente y ahora Rodríguez llora la pérdida de su mujer y de la criatura que esperaba.

En la familia se quejan de que, si las leyes no negaran la posibilidad de interrumpir el embarazo cuando la vida de la madre corre peligro, cuando se trata de una violación y cuando el feto presenta deformación, entonces Winifer estaría viva viendo crecer a su otra hija de dos años, ahora huérfana de madre.

Las posibilidades que refieren son las tres causales que sectores sociales piden sean eximentes a la penalización del aborto que establece el Código Penal Dominicano. Justo ayer miércoles, la Cámara de Diputados aprobó una modificación al Código, en la que mantiene la penalización tanto para quien se somete como para quien provoque el aborto, en cualquier circunstancia, aunque con la excepcionalidad de que “no será sancionada si, para salvar la vida de la madre y del feto en peligro, se agotan todos los medios científicos y técnicos disponibles”.

En el caso específico de Winifer, las familias refieren que los diagnósticos emitidos por los médicos que la asistieron desde los dos primeros meses del embarazo hasta el séptimo, cuando se produjo su muerte y la de la criatura, establecían que el feto presentaba deformación en las extremidades y un riñón, información que fue confirmada a Diario Libre por la doctora Verónica Lockward, subdirectora médica de la clínica Unión Médica del Norte, de Santiago, donde falleció la joven madre.

Para confirmar ese primer diagnóstico o determinar si otra causa incidió en la muerte de Núñez, médicos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) le practicaron una autopsia a la joven. Se espera que el estudio esté listo en los próximos días.

De acuerdo a la ginecóloga Altagracia Francisco, consultada sobre las causas de muerte que refiere el acta de defunción, esas se encuentran entre los principales motivos de fallecimiento en embarazadas.

“La causa desencadénate de muerte fue una hemorragia obstétrica o sangrado obstétrico post parto lo que la llevo a un shock hipovolémico por pérdida de sangre y a un edema agudo de pulmón, el cual pudo desencadenarse por transfusión o exceso de líquido”.

Señala que “la causa primaria fue un acretismo placentario que es una implantación anormalmente de la placenta que casi siempre se produce por múltiples cicatrices en el útero, cuando una paciente tiene varias cesáreas que es una patología o enfermedad obstétrica o del embarazo del tercer trimestre y está dentro de las principales causas de muerte en embarazada”.

Los resultados de una sonografía realizada a Winifer, el 26 de abril, indican que para entonces tenía un embarazo de 17.4 semanas, con “oligoamnio severo (poco líquido), hidronefrosis a nivel de riñón fetal derecho (riñón dilatado), placenta previa oclusiva, y área de ecogenicidad hacia el fondo uterino, sugestiva de hematoma”.

La familia de la joven cita que otros estudios entregados establecen que los órganos y las extremidades de la criatura no se estaban desarrollando y existían pocas probabilidades de que eso sucediera. También que los especialistas consultados sobre las sonografías practicadas daban pocas posibilidades de vida al bebé.

La licencia pareció no ser suficiente y ahora Rodríguez llora la pérdida de su mujer y de la criatura que esperaba.

En la familia se quejan de que, si las leyes no negaran la posibilidad de interrumpir el embarazo cuando la vida de la madre corre peligro, cuando se trata de una violación y cuando el feto presenta deformación, entonces Winifer estaría viva viendo crecer a su otra hija de dos años, ahora huérfana de madre.

Las posibilidades que refieren son las tres causales que sectores sociales piden sean eximentes a la penalización del aborto que establece el Código Penal Dominicano. Justo ayer miércoles, la Cámara de Diputados aprobó una modificación al Código, en la que mantiene la penalización tanto para quien se somete como para quien provoque el aborto, en cualquier circunstancia, aunque con la excepcionalidad de que “no será sancionada si, para salvar la vida de la madre y del feto en peligro, se agotan todos los medios científicos y técnicos disponibles”.

En el caso específico de Winifer, las familias refieren que los diagnósticos emitidos por los médicos que la asistieron desde los dos primeros meses del embarazo hasta el séptimo, cuando se produjo su muerte y la de la criatura, establecían que el feto presentaba deformación en las extremidades y un riñón, información que fue confirmada a Diario Libre por la doctora Verónica Lockward, subdirectora médica de la clínica Unión Médica del Norte, de Santiago, donde falleció la joven madre.

Para confirmar ese primer diagnóstico o determinar si otra causa incidió en la muerte de Núñez, médicos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) le practicaron una autopsia a la joven. Se espera que el estudio esté listo en los próximos días.

De acuerdo a la ginecóloga Altagracia Francisco, consultada sobre las causas de muerte que refiere el acta de defunción, esas se encuentran entre los principales motivos de fallecimiento en embarazadas.

“La causa desencadénate de muerte fue una hemorragia obstétrica o sangrado obstétrico post parto lo que la llevo a un shock hipovolémico por pérdida de sangre y a un edema agudo de pulmón, el cual pudo desencadenarse por transfusión o exceso de líquido”.

Señala que “la causa primaria fue un acretismo placentario que es una implantación anormalmente de la placenta que casi siempre se produce por múltiples cicatrices en el útero, cuando una paciente tiene varias cesáreas que es una patología o enfermedad obstétrica o del embarazo del tercer trimestre y está dentro de las principales causas de muerte en embarazada”.

Los resultados de una sonografía realizada a Winifer, el 26 de abril, indican que para entonces tenía un embarazo de 17.4 semanas, con “oligoamnio severo (poco líquido), hidronefrosis a nivel de riñón fetal derecho (riñón dilatado), placenta previa oclusiva, y área de ecogenicidad hacia el fondo uterino, sugestiva de hematoma”.

La familia de la joven cita que otros estudios entregados establecen que los órganos y las extremidades de la criatura no se estaban desarrollando y existían pocas probabilidades de que eso sucediera. También que los especialistas consultados sobre las sonografías practicadas daban pocas posibilidades de vida al bebé.


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