En los últimos años, muchas mujeres consideran la maternidad después de los 40, una decisión que, aunque cada vez más común, conlleva ciertos riesgos que es importante tener en cuenta. La doctora Lilian Fonder, nos brindó información clave sobre los cuidados necesarios y las medidas para asegurar un embarazo saludable en esta etapa. La doctora Fonder destacó que cada vez es más frecuente que mujeres mayores de 35, incluso a partir de los 40, decidan ser madres. Sin embargo, explicó que la biología tiene sus límites. “Los óvulos tienen fecha de caducidad, y su cantidad y calidad comienzan a disminuir a partir de los 32 años, y de manera abrupta a los 40”, aseguró la especialista.
Este tipo de embarazo, conocido como «embarazo de mujeres añosas», tiene ciertos riesgos asociados, como un mayor riesgo de aborto, parto prematuro y malformaciones congénitas, como el síndrome de Down. Afortunadamente, la doctora Fonder destacó que actualmente existen pruebas genéticas tempranas que permiten conocer la salud del bebé desde las primeras semanas de gestación. Las mujeres embarazadas entre los 35 y 40 años también deben tener cuidado con enfermedades como la diabetes gestacional y la hipertensión durante el embarazo. Por ello, es fundamental acudir regularmente a las consultas prenatales y mantener un control riguroso sobre el peso, la alimentación y la tensión arterial. «La clave está en el cuidado prenatal, no se trata de evitar el ejercicio, pero sí de tener un control adecuado de tu salud durante todo el embarazo», indicó la doctora. A pesar de los riesgos, la calidad de la sonografía y las pruebas genéticas disponibles hoy en día han permitido que muchas mujeres puedan tener embarazos más seguros. La doctora Fonder también subrayó que muchas mujeres que deciden embarazarse en esta etapa lo hacen de forma consciente y bien informada sobre la responsabilidad que conlleva. El embarazo después de los 40 presenta ciertos desafíos, los avances en medicina y la conciencia de las mujeres sobre su salud han permitido que las posibilidades de tener un embarazo saludable sean mayores. Sin embargo, la clave sigue siendo el seguimiento médico adecuado y un cuidado constante durante la gestación.
