El Senado de la República aprobó en segunda lectura el proyecto de ley de Extinción de Dominio, luego de tensos debates donde cada bloque partidario expresó su opinión.
El proyecto ahora pasará a la Cámara de Diputados para ser conocido y se prevé que no sea enviado a una comisión, ya que fue estudiado por una comisión bicameral.
Previo a su aprobación, los senadores se enfrascaron en un debate sobre el contenido del proyecto de ley llegando a proponer diversas modificaciones, pero solo aprobando una.
Los debates iniciaron con la posición del vocero del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Yvan Lorenzo, quien aclaró que solo votarían por la pieza en caso de que fuera declarada como orgánica.
La Fuerza del Pueblo, a través del senador Bautista Rojas Gómez, también puntualizó que no estaría a favor del proyecto, ya que consideró que la mista está llena de errores.
En cambio, los legisladores del Partido Revolucionario Moderno (PRM) casi en su totalidad se encontraron a favor de la misma.
La votación concluyó con 20 votos a favor y 8 en contra, entre ellos el del senador oficialista de La Romana, Iván Silva.
El proyecto que fue debatido en una comisión bicameral que, a su vez, tenía la presión del presidente de la República, Luis Abinader tiene como objetivo central regular el proceso de extinción de dominio de bienes ilícitos y establecer el procedimiento que permita hacer dicho instituto efectivo.
En esencia, la acción de “extinción de dominio” consiste en la declaración judicial de la extinción del derecho de propiedad, control, disposición o posesión sobre bienes que hayan sido adquiridos mediante el fruto de actividades ilícitas o contrarias a la ley.
Entre los hechos ilícitos susceptible a la extinción de dominio aparecen el tráfico ilegal de drogas, sustancias controladas, humanos, personas, órganos y armas; infracciones relacionadas al terrorismo; pornografía infantil, secuestro, extorsión, falsificación de monedas, entre otros.
Con respecto al tiempo de vigencia, el artículo 10 sobre la prescripción, establece que la acción de extinción de dominio tendrá una prescripción de 20 años.