Con un velatorio breve, entre cervezas y ron, llantos y un padre nuestro fueron sepultados la tarde de este sábado los restos de “Kiko La Quema” en el cementerio municipal de Cambita Garabitos.
El féretro con los restos mortales de José Antonio Figuereo Bautista (Kiko La Quema) fue llevado por familiares y amigos por las principales calles del pueblo dónde muchos les admiraban.
Bajo la celosa mirada de agentes de la Policía Nacional el cotejo fúnebre llegó hasta un nicho hecho de prisa donde terminaron las hazañas reales e inventadas contra el supuesto narcotraficante de San Cristóbal.
No faltaron los canticos religiosos, y un grupo de hombres y mujeres interpretaron ‘Cuando allá se pase lista, cuídame a Kiko allá en el cielo’ para despedir al hombre que le echaron detrás los cuerpos élites de la Policía Nacional por varios meses.
Kiko La Quema fue ultimado en un supuesto enfrentamiento a tiros con la Policía Nacional la noche del viernes en la comunidad de Arroyo Higüero, cuando alegadamente se trasladaba en un vehículo Hyundai Sonata, color blanco, placa A984780 en compañía de una mejor con la que tenía una relación sentimental.
A Kiko La Quema, también identificado por la Policía como Kiko La Guinea, las autoridades les atribuía homicidios, robos, secuestros, sicario, microtráfico, cobros compulsivos, extorsión, tráfico de armas, invasión de terrenos y lavados de activos.
Sin embargo, para otros era su “protector” contra la delincuencia que la Policía Nacional no podía controlar en el productivo municipio de Cambita Garabitos.
No faltan lo que a discreción señalan que Figuereo Bautista actuaba bajo la cobija de oficiales de la Policía y políticos locales.
Con muchos supuestamente años operando puntos de drogas, Kiko La Quema parecía invisible ante la mirada de la Policía y salta a la notoriedad, cuando el 27 de noviembre el presidente Luis Abinader lo cita durante su encuentro con comunicadores en LA Semanal.
Ese día, el mandatario le exhortó a que se entregara o correría la misma suerte de su lugar teniente que fue abatido por la Policía.
Desde el conocimiento de su fallecimiento, la población de Cambita ha expresado su tristeza, mientras que los familiares viven sentimientos encontrados.
Las hermanas del difunto lamentan su pérdida y denuncian el supuesto maltrato policial, alegando ser familia del hombre más buscado.
La despedida a Kiko la Quema marca el fin de un capítulo tumultuoso en la historia de Cambita Garabitos
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