Un hombre que trabaja como limpiabotas en la ciudad de El Seibo ha llamado la atención de la gente por su forma de vestir y tratar a sus clientes.
Raúl Aquino acude a su puesto de trabajo ataviado con chaqueta, camisa de mangas largas, zapatos de vestir y lentes, lo que llama la atención de los transeúntes, pues no es una indumentaria común en este tipo de trabajo.
Un abogado elogió su forma de vestir y trabajar, y comentó que a veces les resulta difícil limpiar sus zapatos cuando no tienen tiempo, y que Aquino lo hace de forma profesional y elegante.
También destacó que el limpiabotas ha creado su propia empresa, lo que demuestra que, aunque haya personas con más oportunidades, no siempre las aprovechan.
Aquino, que se gana la vida limpiando zapatos, ha ganado el respeto y cariño de la gente en su comunidad. Él mismo afirma que trabaja para sostener a su madre y que se siente agradecido con Dios por haber encontrado esta forma de ganarse la vida.
Anteriormente, había sido maltratado por los maestros de construcción que no le pagaban por su trabajo, lo que lo llevó a tomar la decisión de dedicarse a la limpieza de calzado en el Palacio de Justicia de El Seibo.
Sus clientes, en su mayoría abogados, valoran el servicio que les brinda para subir al estrado con los zapatos limpios.
Raúl Aquino asegura que la limpieza de zapatos ha cambiado su vida, y que ahora es capaz de sostener a su madre y ayudar a aquellos que lo necesiten con lo que pueda.
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