RD.- Un hombre mató su expareja a tiros y luego se quitó la vida de la misma manera, la noche del jueves, en el sector Padre Marcos (Pueblo Abajo) del municipio Castillo, en la provincia Duarte.
La mujer fue identificada como Dulce María Pérez Santos, de 34 años y el hombre Nicolás Cáceres Pérez, alias Páparo, de 45, ambos oriundos de la comunidad Bomba de Yaiba, en el distrito municipal Las Taranas de Villa Riva.
Al momento de ser ultimada la fémina tenía cargada una niña de un año y cinco meses, hija de una vecina, la cual sobrevivió por un milagro de Dios, según dijeron algunos curiosos.
Dulce María fue ultimada en la cocina de su vivienda, mientras que su agresor penetró a la habitación y allí se propinó un disparo en la cabeza.
Al lugar llegaron miembros de la Policía Nacional, quienes en compañía del magistrado Benedicto Reynoso, un médico legista y un sargento del departamento de la Policía Científica, procedieron con el levantamiento de los cadáveres y posterior traslado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para los fines de ley correspondiente.
La mujer y Cáceres se encontraban separados, pero tenían una hija en común de 16 años.
Según dijo a este medio el magistrado actuante en el caso, los familiares de la fémina manifestaron que el hombre era muy celoso.
En tanto que Roberto Pérez, hermano del homicida-suicida manifestó que su pariente tenía un carácter bruto.
La policía científica levantó en la escena un revólver marca Taurus, calibre 38, de color negro con cacha marrón, serie número 92553818, el cual tenía en el interior del cilindro tres casquillos y tres cápsulas.
El hecho ocurrido a eso de las 7:00 PM, dejó totalmente consternada toda la comunidad castillense.
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