La Corte Suprema del estado estadounidense de Texas suspendió temporalmente este viernes una orden de un tribunal de distrito que permitía a una mujer, cuyo feto presenta una condición fatal, abortar.
Kate Cox, de 31 años, que tiene 20 semanas de embarazo, demandó al estado de Texas, que mantiene la prohibición a la interrupción del embarazo, para que se le permita abortar, dado que su bebé en camino padece de trisomía 18, un trastorno genético que podría resultar en un aborto espontáneo o una corta sobrevivencia.
El jueves, la jueza del condado de Travis, Maya Guerra Gamble, falló a favor de Cox. Ante ello, el fiscal general del estado, Ken Paxton, presentó un pedido ante la Corte Suprema texana para dejar sin efecto la autorización judicial, tras lo cual, «sin tener en cuenta el fondo» de los argumentos de ambas partes, bloqueó el fallo de la jueza de distrito para tener más tiempo para emitir un fallo definitivo.
«Si bien todavía esperamos que la Corte finalmente rechace la solicitud del estado y lo haga rápidamente, en este caso tememos que una justicia demorada sea una justicia denegada», declaró Molly Duane, abogada principal del Centro de Derechos Reproductivos, que representa a la mujer en la demanda.
La demanda de Cox es la primera de este tipo desde que en junio de 2022 la Corte Suprema estadounidense revocó el derecho constitucional al aborto, al anular la vigencia del histórico caso Roe contra Wade de 1973. Después de eso, varios estados, entre ellos Texas, adoptaron leyes que prohíben ese procedimiento.
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