Santo Domingo.– El Teatro Agua y Luz, antaño un deslumbrante escenario de estrellas y producciones cinematográficas, yace hoy en ruinas, consumido por la maleza y el vandalismo. Su antiguo esplendor, en el que 355 chorros de agua bailaban al ritmo de valses bajo la iluminación de cuatro mil bombillas, ha sido reemplazado por paredes deterioradas y el abandono.
Han pasado 67 años desde su apertura, y lo que una vez fue la obra maestra del arquitecto Carles Buïgas es hoy un fantasma de su antigua gloria. Sin embargo, el presidente Luis Abinader ha expresado su intención de rescatar este patrimonio. Según el mandatario, se trabaja en resolver las trabas legales para iniciar la remodelación del teatro, ubicado en el Centro de los Héroes de la capital, junto con la construcción de un centro de convenciones en terrenos del antiguo hotel Hispaniola.
Abinader afirmó: «Una vez modernizado, pero preservando su esencia histórica, el Teatro Agua y Luz será gestionado por el Ministerio de Turismo y la Asociación de Hoteles y Restaurantes. Se presentarán espectáculos de miércoles a domingo, con apoyo estatal inicial, pero en uno o dos años será autosuficiente».
De anfiteatro cultural a estacionamiento improvisado
El teatro, que fue uno de los anfiteatros más concurridos del país, hoy sirve como estacionamiento para la Dirección General de Pasaporte y la Dirección General de Migración.
Rodeado de hojas de zinc para impedir que indigentes y trabajadoras sexuales lo usen como refugio, su esplendor ha sido sepultado por el abandono. Artistas de renombre como Frank Sinatra, Raphael de España y Sandro de América alguna vez pisaron su escenario. Hoy, su legado es eclipsado por un limbo legal que impide cualquier restauración significativa.
Una maraña legal y propuestas de demolición
En abril de este año, la Suprema Corte de Justicia, a través de la sentencia SCJ-TS-24- 0250, revocó la resolución RIC-96-2020 emitida por la Dirección General de Compras y Contrataciones que anulaba la concesión del teatro a la empresa Consultora Astur S.A., extendiendo la disputa legal.
Esta situación ha frenado cualquier avance en su recuperación, mientras que en el pasado se llegó a proponer su demolición para construir un estacionamiento, una idea que fue rechazada por el exalcalde Roberto Salcedo y diversos expertos artísticos.
Proyectos fallidos y promesas incumplidas
En 2004, un acuerdo con la empresa norteamericana Dawn Properties prometía una inversión de 12 millones de dólares para remodelar el teatro y convertirlo en un centro cultural y de entretenimiento.
Sin embargo, el proyecto se desvaneció tras la inacción de la empresa, lo que llevó a la cancelación del contrato en 2007.
Otro arrendamiento
El teatro fue arrendado en 2006 a la Consultora Astur S.A., propiedad de Miguel Vargas Maldonado, durante el gobierno de Leonel Fernández, bajo un contrato que estipulaba el pago de una renta mensual de 5,000 dólares, sumando un total de 1.5 millones de dólares.
Sin embargo, según informes de Corphotels, la empresa no cumplió con la ejecución del contrato de arrendamiento, dejando en suspenso el futuro del teatro. El 25 de noviembre de 2020, Corphotels emitió un informe confirmando que Consultora Astur S.A. no había cumplido con lo acordado.
El Tribunal Superior Administrativo (TSA) falló a favor del Estado, rechazando las medidas cautelares interpuestas por las empresas Consultoría Astur S.A. y Golden Star Hotel and Resorts S.R.L.
Artistas y filmaciones cinematográficas
Las ruinas del Teatro Agua y Luz no siempre albergaron podredumbre y maleza. Durante varios años, esta joya arquitectónica fue escenario de presentaciones de artistas nacionales e internacionales.
Además, sirvió como locación para la filmación de producciones cinematográficas como El Padrino, protagonizada por los célebres actores Marlon Brando y Al Pacino, así como Motín a Bordo, Noa Noa, El Dios Negro, Enrique Blanco y La Diosa del Caribe.
Frank Sinatra, Charles Aznavour, Sandro de América, Raphael de España y el padre del Rock and Roll, Bill Haley y sus Cometas, son algunas de las celebridades que se presentaron en el lugar.
Una de las actividades más espectaculares realizadas en el Teatro Agua y Luz fue la reunión de la Internacional Socialista en 1982, donde participaron líderes mundiales de la talla de Willy Brandt, de Alemania; Olof Palme, de Suecia; Mario Soares, de Portugal; Bettino Craxi, de Italia; y Felipe González, de España.
Otros asistentes incluyeron a François Mitterrand, de Francia; Carlos Andrés Pérez, de Venezuela; Luis Ayala, de Chile; Raúl Alfonsín, de Argentina; y Rubén Berríos, de Puerto Rico.
Este encuentro de la Internacional Socialista fue dirigido por el doctor José Francisco Peña Gómez y Hatuey De Camps. Johnny Ventura, Joseíto Mateo, la soprano Teresa Montes de Oca y la primera vedette dominicana, Ileana Sánchez, fueron algunos de los dominicanos que brillaron en este escenario, que deslumbraba con los 355 chorros de agua que danzaban al ritmo de valses.
Sin embargo, a más de seis décadas de abrir y cerrar su telón, el espectáculo central de la gran obra del arquitecto Carles Buïgas ha sido reemplazado por paredes deterioradas, olvidadas por las instituciones del Estado responsables de su mantenimiento y administración.
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