Una multitudinaria boda en el lujoso barrio de Carrasco, Montevideo, el 7 de marzo, se convirtió en uno de los mayores focos infecciosos de Uruguay, luego que la modista y socialité Carmela Hontou decidiera asistir, a pesar de haber llegado de España unas horas antes. Hontou tenía COVID-19, la enfermedad que se ha convertido en pandemia, y contagió a por lo menos 44 asistentes a la celebración.
Las aguas comenzaron a agitarse cuando el 12 de marzo el gobierno uruguayo confirmó los primeros 4 casos de coronavirus en su país. Uno de ellos, el de la diseñadora de 57 años, quien había estado dos veces en Europa entre enero y marzo.
Según la versión de la propia Hontou, ingresó a su país sin síntomas y sin que nadie en el aeropuerto la examinara. Sin embargo, lejos de respetar el protocolo de cuarentena voluntaria, ese mismo día almorzó con su madre de 84 años y a la noche asistió al casamiento con 500 personas.
Dos días más tarde, la modista especializada en pieles y cuero comenzó a tener síntomas y la prueba del COVID-19 le dio positiva. En seis días, Uruguay pasó de tener 4 a 79 contagiados y 392 casos sospechosos. Y, según informes, ese crecimiento explosivo se remonta a Hontou.
Además de al menos 44 personas que asistieron a la boda en cuestión, trascendió que la empleada de la modista también padece la enfermedad.
Hontou ya había estado en España e Italia en enero por motivos laborales, y todo pareciera indicar que fue en ese primer viaje cuando se contagió. “No podía ni hablar. Tenía 41 grados de fiebre y un edema de glotis. Pensé que era una fiebre por el cambio de clima, por el frío”, explicó en entrevista telefónica con Infobae.
Aislada en un departamento del centro de Madrid, pidió un médico a su seguro de viaje que, según detalla, estuvo cuatro horas para sacarla de una crisis respiratoria.
“Le dije al médico de todo ese tema (el coronavirus), pero no hizo caso. No era, en ese momento, un tema que estuviera en el tapete. Él ni me lo menciona, yo se lo menciono. Era un chico muy joven…”, comentó.
Hontout también cuenta que se le recetaron 14 días de antibióticos pero que tomó menos porque le parecía exagerado. Cuando se sintió mejor, asistió a desfiles y regresó a Uruguay.
Casi dos semanas después fue convocada para unas reuniones en Milán y volvió a volar. Sin embargo, nunca llegó a destino por la crisis italiana con la enfermedad y se quedó en Madrid donde, supuestamente, se protegía y veía a poca gente.
Respecto a su asistencia al casamiento, explicó que el novio es “como un hijo mío” y que ese día no tenía síntomas. “Recién el domingo empecé a estar ronca y pensé que no era nada, tengo problema de reflujo y lo relacioné con eso”.
Además aseguró que ese día hubo otra gente proveniente de Europa en esa fiesta.
Un país enfurecido
En un clima de repudio generalizado, algunos audios que circularon en los grupos de WhatsApp uruguayos se viralizaron en las últimas horas.
“Una de las de coronavirus es Carmela Hontou, la íntima amiga de Marta. Llegó de Europa y se fue al casamiento, así que contagió a un pueblo… Después hablamos, estoy histérica”, dice una mujer.
“¿Vive en un tupper?”, se quejó otra. “Estoy tan indignada, pero tan indignada, tan indignada”, expresa una tercera.
Hontout aprovechó sus redes para defenderse:
Por otro lado, la diseñadora fue recientemente acusada de «daño por violación a las disposiciones sanitarias» luego de que la la administradora del edificio en el que reside denunciara que “sus hijos ingresan al apartamento todos los días y luego prosiguen con su vida normal estando en contacto con el resto de la población».
Además, podría enfrentar cargos legales con respecto a «la propagación de enfermedades contagiosas”, en virtud del artículo 224 del código penal uruguayo que prevé una pena de entre tres y 24 meses de prisión.
Como si fuera poco, el linchamiento social la está quebrando. “¡Dicen que soy una terrorista que trajo el virus para matar a todo el mundo!”, dijo a Infobae, en una entrevista en la que lloró desconsoladamente.
El jueves por la noche Hontou tuvo que ser trasladada al Hospital Británico por crisis nerviosa. Por: Tamara Kohen / Yahoo Noticias