La presunta responsable del tiroteo en la escuela de Nashville compró legalmente siete armas de fuego en cinco tiendas locales y usó tres de esas armas en el ataque del lunes, según un informe.
La policía dijo que las compras de armas se realizaron en los últimos años y se ocultaron a los padres de la agresora, con quienes vivía la mujer que se identificaba como transgénero.
Los padres de la tiradora, Audrey Hale, de 28 años, pensaban que su hija no debería tener armas. Creían que la tiradora tenía solo un arma y que la había vendido, dijo el jefe de policía metropolitana de Nashville, John Drake, a los periodistas este martes, según recoge CBS.
La agresora también había estado recibiendo tratamiento por un “trastorno emocional” que no había sido informado a las autoridades.
Tennessee no tiene una ley de “bandera roja” que podría dar a la policía la autoridad para quitarle las armas a una persona, informó Drake en la conferencia de prensa.
“Si se hubiera informado que el tirador tenía intenciones suicidas o tenía la intención de lastimar a otra persona, las autoridades habrían tratado de quitarle las armas”, aseguró el jefe.