Luis Siero Alfaro transmitió por facebook el entierro de su padre, el capitán Luis Cristóbal Siero Huembes, piloto de la aerolínea nicaragüense La Costeña, quien, según su hijo, murió por el Coronavirus o COVID-19 en el Hospital Militar de Nicaragua.
Hizo un Facebook Live desde que salió del hospital hasta un cementerio y el conmovedor video ha sido visto por más de 54.000 personas en su cuenta, compartido por casi otros 3.000, y reproducido más de 21.000 veces en YouTube.
Abordo de su vehículo, siguió la carroza fúnebre en la que trasladaban los restos de su padre, un reconocido piloto de aviación en Nicaragua que ingresó al Hospital Militar con síntomas del coronavirus SARS-CoV-2 el domingo pasado y que perdió la vida a causa de COVID-19 el viernes.
El joven explicó que hacía el Facebook Live porque era la única forma en que los familiares y amigos de su papá podían acompañarlo a su última morada.
Las autoridades de Salud «no me dejaron velarlo en la casa por motivos de virus», explicó Siero Alfaro, quien lamentó que su mamá se encuentra en Estados Unidos y no pudo despedir a su papá.
“No hay forma de expresar las palabras de dolor de ir detrás de esta carroza llevando a mi padre al cementerio central de Managua”, relató el joven, quien destacó que su padre “resistió hasta donde pudo” hasta que sufrió un infarto.
Durante el recorrido, de unos 20 minutos, además de quejarse de lo rápido en que conducían la carroza fúnebre, hizo llamados a cuidarse de esa enfermedad y a que es “triste” la situación que atraviesa Nicaragua y el mundo.
“¡Cuídense, esto es real. En Nicaragua apenas está comenzando”, alertó el joven, que también tuvo palabras contra China “que inventaron ese virus”.
Al llegar al cementerio, el joven encaró a los trabajadores de la funeraria por la forma en que conducían, y éstos le explicaron que era la orientación que tienen.
En el lugar estaban cinco familiares de las víctimas, así como los encargados de hacer la fosa donde fue sepultado el piloto.
Este es un “entierro express, como le dicen, de la manera más rápida posible para evitar contagio del virus”, indicó el joven, que antes de sepultar a su padre abrió el ataúd para mostrar que el cuerpo de su padre iba dentro de una caja hermética sellada.
«Aquí llevan al capi. El capitán Siero vuela alto ahora», expresó el hijo, quien dijo pudo ver a su padre antes de morir, le dijo que lo quería mucho, le agradeció por todo, y le pidió perdón por todos sus pecados.
«Aquí queda mi viejito, mi pobre viejito. ¡Cuídense mucho!», instó, mientras concluía la transmisión.
Los llamados «entierros express», féretros trasladados directamente del hospital al cementerio, aparecieron primeros como videos furtivos grabados de noche con teléfonos móviles, pero ahora están ahí, de día y de noche, en medio de la pandemia de COVID-19.
Los «entierros express», sin registros previos a la pandemia en Nicaragua, son carrozas fúnebres o camionetas que carga un ataúd y que salen de los hospitales a los cementerios, donde el féretro es enterrado en sigilo o con pocos familiares, por hombres vestidos con trajes impermeables blancos.
En Nicaragua, donde no hay entierro sin velorio, algunos con varios días, noches y largas jornadas, los “entierros express”, sin familiares ni despedidas, son una anomalía que causa temor en plena pandemia.
El miedo es mayor porque, mientras surgen testimonios de hasta nueve “entierros express” en un día, el régimen de Daniel Ortega únicamente informa de 25 casos de COVID-19 y 8 muertes en dos meses, lo que hace creer a los nicaragüenses que las autoridades ocultan información y que la pandemia en Nicaragua es peor de lo que se cree.
Un informe emitido esta semana por el independiente Observatorio Ciudadano COVID-19 reportó al menos 1.270 casos de coronavirus y 233 muertes. Infobae
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