El próximo domingo, Danilo Medina se quitará la banda presidencial y se la entregará a Luis Abinader, con quien tiene coincidencias y diferencias en varias vertientes de sus vidas. Sin embargo, en la forma de guiar la nación será el aspecto más importante por el que serán recordados.
Danilo Medina Sánchez nació el 10 de noviembre de 1951 (68 años) en el seno de una humilde familia en Arroyo Cano, San Juan. En sus primeros años ayudó a su padre Juan Pablo a trabajar agricultura y luego se trasladó al municipio cabecera de esa provincia para continuar con sus estudios.
Luis Abinader Corona nació en Santo Domingo el 12 de julio de 1967 (53 años). Tiene descendencia libanesa, puesto que su abuelo José S. Abinader llegó desde el Líbano, en 1898.
Medina es el mayor de ocho hermanos y Abinader es el penúltimo. Ambos padres ya fallecieron.
Para costear sus estudios universitarios, Medina ingresó a trabajar la Dirección General de Aduanas. En 1978, se graduó de Ingeniería Química en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). En 1984, obtuvo el título Magna Cum Laude en Economía en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec). Sin embargo, se ha dedicado más a la política que a ejercer esas profesiones.
El presidente electo también se graduó de Economía en Intec y posee un postgrado en Gerencia de Proyectos en el Instituto Arthur D. Little de Cambridge, Massachusetts. Además, realizó estudios de Finanzas Corporativas e Ingeniería Financiera en Harvard y de Gerencia Avanzada en Dartmouth College en New Hampshire.
Tres hijas cada uno
Además de siete hermanos, los dos son padres de tres hijas. Las del mandatario saliente son: Candy Sibely, licenciada en Economía en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, y posee dos maestrías en universidades internacionales; Vanessa, licenciada en Derecho en esa misma academia, y Ana Paula, graduada de Medicina en la Universidad Iberoamericana (Unibe).
Fueron procreadas con Cándida Montilla Espinal, quien es licenciada en Psicología Clínica con especialidad en Terapia Familiar y Sexual.
Las dos primeras se casaron durante el segundo periodo de Medina y, en diciembre del 2019, Medina se convirtió en abuelo, luego de que Vanessa diera a luz.
Cándida Montilla ha dirigido bajo perfil el Despacho de la Primera Dama.
Mientras que las hijas del presidente entrante son Esther Patricia, licenciada en Relaciones Públicas y Mercadeo en American University, Washington; Graciela Lucía, estudiante de Negocios y Ciencias Políticas en Notre Dame, EEUU, y Adriana Margarita, quien se graduó en julio del bachillerato.
Raquel Arbaje, su esposa, dijo que no le interesa dirigir el Despacho de la Primera Dama, sino que tendrá una oficina más modesta para canalizar las ayudas sociales.
A diferencia de los Medina, los Abinader, principalmente él, su esposa y su hija mayor, son más activos en las redes sociales.
Al asumir el poder en el 2012, Medina se mudó de apartamento, pero continuó viviendo en el sector Los Cacicazgos. Antes residía en una torre en la calle Cibao Oeste de la cual se mudó para un apartamento en la calle Enriquillo, mientras que la familia Abinader cambiará del penthouse del ensanche Paraíso a dos casas contiguas que están en remodelación en el sector La Julia.
Patrimonio y vida empresarial
El presidente Medina no ha ejercido en el sector privado, siempre ha incursionado en el Estado, desde su designación como diputado, hace 34 años.
En 2012, cuando asumió la Presidencia, declaró un patrimonio de RD$21,609,279.31 y ahora es de RD$22,555,429.31. Ahora cuando entregue el puesto, deberá volver a declarar sus ingresos a la Cámara de Cuenta.
Su esposa Cándida, antes de dirigir el Despacho de la Primera Dama, desde el 2004, trabajó en el Banco Central, como directora ejecutiva del Departamento de Piscología y del Programa de Desarrollo Humano e Integración Familiar.
El presidente electo viene del sector empresarial a incursionar en el público. Es presidente del Grupo Abicor, un emporio familiar que tiene universidades, proyectos turísticos y una fábrica de cemento.
También su esposa Raquel es copropietaria, junto a sus hermanos, de la tienda de decoración Arbaje Sony, pero desde el 2016, se ha dedicado a apoyar a su esposo en las actividades políticas.
Debut en la política
El presidente saliente se enamoró de la política mientras estudiaba en el Liceo Pedro Henríquez Ureña de San Juan. Durante su juventud integró y dirigió varios movimientos políticos que les seguían los pasos a Juan Bosch, quien lo nombró activista nacional, en 1978.
Entre 1986 y 1996 fue diputado. Mientras ejercía ese puesto, fue vocero del bloque de legisladores del PLD (1990-1994), presidente de la Comisión de Asuntos Sociales y Provisionales del Parlamento Latinoamericano (1993) y presidió la Cámara (1994).
En 1995, declinó la candidatura para coordinar la campaña presidencial de Leonel Fernández del 1996. Tras la victoria morada, Danilo Medina fue ministro (secretario en ese entonces) de la Presidencia. Para 2000, encabezó la boleta del PLD para la Presidencia, pero la perdió ante Hipólito Mejía.
En cambio, Abinader fue influenciado por su padre Rafael, quien fue senador (1998-2002), vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y candidato a la Presidencia de la República.
Durante el gobierno de Hipólito Mejía (2002-2004), fue miembro del Consejo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE); en 2005 fue precandidato a senador por la provincia de Santo Domingo y ese mismo año fue seleccionado vicepresidente del PRD.
En 2012, acompañó a Hipólito Mejía en la boleta vicepresidencial con el PRD, la cual perdió de Medina y Margarita Cedeño de Fernández.
La segunda es la vencida
Ambos fueron derrotados en sus primeros intentos de llegar a la Presidencia.
En el 2000, Medina apenas conquistó 24.94 % de los votos y cayó frente a Hipólito Mejía, quien logró 49.87 % de los sufragios. Pero en 2012, fue Danilo que venció al Hipólito, tras conseguir el 51.21 % de los votos contra 46.95 %.
En 2016, Abinader perdió frente a Medina, quien se impuso con la histórica votación de 61.74 % contra 34.98 %.
No obstante, en los último cuatro años, mientras el gobierno de Medina era salpicado por varios casos de corrupción más la ruptura del PLD, Abinader y el PRM se fortalecieron con la bandera del cambio que anhelaba la población y conquistaron la Presidencia en los comicios del pasado 5 de julio. DL