Estados Unidos. El jugador estrella de los Milwaukee Bucks, Damian Lillard, ha sido diagnosticado con trombosis venosa profunda (TVP) en su pantorrilla derecha, lo que lo ha alejado de las canchas sin una fecha clara de regreso.
Esta condición, que también ha afectado a otros deportistas de élite como Victor Wembanyama y Chris Bosh, representa un riesgo grave, ya que un coágulo puede viajar por el torrente sanguíneo y causar una embolia pulmonar, poniendo en peligro la vida del atleta.
¿Qué es la trombosis venosa profunda?
La TVP ocurre cuando un coágulo de sangre se forma en una vena profunda, generalmente en las piernas o los brazos, bloqueando el flujo sanguíneo. En el caso de Wembanyama, por ejemplo, el coágulo se localizó en su hombro derecho.
Las causas de este problema pueden variar y van desde la falta de movilidad, golpes, deshidratación y predisposición genética hasta factores como el uso de anticonceptivos en mujeres deportistas. Los síntomas incluyen hinchazón, dolor y decoloración de la piel en la zona afectada.
El tratamiento y el impacto en la carrera de los atletas
El tratamiento más común es el uso de anticoagulantes, los cuales evitan que el coágulo crezca o se desplace. Sin embargo, estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de hemorragias, lo que hace peligroso competir en deportes de contacto como el baloncesto. Por esta razón, jugadores como Chris Bosh tuvieron que retirarse prematuramente tras no poder abandonar el tratamiento con anticoagulantes.
En algunos casos, los atletas pueden requerir cirugía o anticoagulantes a largo plazo. La decisión de volver al juego es individual y depende del riesgo que cada deportista esté dispuesto a asumir.
¿Son los deportistas más propensos a sufrir TVP?
Aunque no hay evidencia de que los atletas de élite tengan mayor predisposición a desarrollar trombosis venosa profunda, su estilo de vida puede aumentar el riesgo. Factores como los viajes constantes, la deshidratación y los impactos físicos podrían contribuir al desarrollo de coágulos.
Casos recientes han puesto en evidencia la prevalencia de este problema en el deporte profesional:
Victor Wembanyama (San Antonio Spurs) se perdió el resto de la temporada tras su diagnóstico.
Ausar Thompson (Detroit Pistons) sufrió un coágulo que lo alejó de las canchas.
Frederik Andersen (Carolina Hurricanes, NHL) estuvo fuera durante cuatro meses por el mismo problema.
Scott Oberg (Colorado Rockies, MLB) requirió cirugía tras detectar coágulos en su brazo de lanzamiento.
Christian Barmore (New England Patriots, NFL) enfrentó complicaciones similares.
El acceso a atención médica inmediata en los deportes profesionales permite detectar y tratar estos problemas más rápido que en la población general, lo que ha contribuido a una mayor visibilización de la TVP en los últimos años.
Un diagnóstico que podría cambiar la carrera de Lillard
Por ahora, Damian Lillard deberá enfocarse en su recuperación antes de considerar un regreso a la NBA. El tiempo de inactividad dependerá de su evolución y del tratamiento necesario para evitar futuros riesgos. Su caso se suma a una lista creciente de deportistas que han enfrentado esta peligrosa condición, recordando la importancia de la prevención y el monitoreo de la salud en el alto rendimiento.
