Sobrevivió, pero perdió a su esposa en el derrumbe del paso a desnivel de la 27

Una pareja de esposos de nacionalidad haitiana, Wilson y Nancy Saint Anne, fue separada por el destino el pasado fin de semana con la tragedia que ocurrió cuando el muro del paso a desnivel en la avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez colapsó.

Nancy falleció en el incidente, pero Wilson sobrevivió y ahora enfrenta la difícil tarea de seguir adelante sin la madre de sus hijos. Este contó ante los medios que estaban regresando a su hogar en Baní después de llevar a su hermano al aeropuerto.

Durante el caos del tráfico y las fuertes lluvias, sintió un golpe y, al salir del vehículo, se percató de la tragedia. Su esposa no estaba a su lado, y más tarde descubrió la terrible realidad. En este sentido, manifestó que:

“Cuando vimos el meneo de mucho tapón y mucha agua, la gente frenando, nos paramos todos, cuando yo iba a bajar el vidrio, sentí el golpe. Logré salir, pero cuando veo al lado mío no veo a la mujer mía“.

El esposo agradeció a Dios por su supervivencia y la de su cuñada, María Reyes, que también estaba en el vehículo. A pesar de la devastadora pérdida de su esposa, reconoció que, al menos, no dejaron a sus hijos solos.

Wilson compartió que tenía un presentimiento negativo antes del accidente, como si presintiera que algo malo sucedería. Dicho y hecho, pensó que había caído una piedra sobre el vehículo, y cuando se enteró de la realidad que estaba aconteciendo, salió desesperadamente a pedir ayuda. También relató que, aunque tenía la intención de tomar una ruta diferente, Donvelier, un amigo que también falleció en el incidente, sugirió esa vía donde pasó la desgracia.

“Yo me puse malo, no supe de mí, yo vuelto loco en esa capital, llorando, llamando a ver si podía recuperar a la esposa mía”. También agregó que “Cuando yo estaba un poco mejor yo fui a verla (reconocer el cadáver) y veo a mi esposa, el s2ngrado, no pude ver eso”.

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El esposo confesó que no ha buscado atención médica después del accidente, pero experimenta molestias en el cuello. A pesar de todo, expresó que está bien gracias a la fuerza que le da Dios y los recuerdos de su esposa.

Sus palabras se entrecortaron cuando admitió que hace lo que puede sin ella, mientras las lágrimas reflejaban su dolor.

La pareja compartió como marido y mujer durante casi dos décadas, y estaban criando a dos hijos, uno de los cuales cumplió años el día del velatorio de Nancy.