“Yo quiero mi libre tránsito”, exclamó Randis Pérez, quien relató que la noche del pasado dos de enero, recibió la llamada de la madre de su hijo, la cual en medio de llantos y desesperación le notificó que estaba sufriendo síntomas de un accidente cerebrovascular, pero no pudo salir a socorrerla debido a la restricción de circulación de vehículos durante el toque de queda.
Argumentó que a joven solo estaba en casa con el hijo de ambos, de cuatro años, y una bebe de dos meses, por lo que no tenía nadie en la casa que la trasladara a un hospital.
“Se me hizo muy difícil desplazarme hasta el lugar. Yo vivo en Bella Vista y ella en Santo Domingo Norte, había que pasar por lo menos por 15 retenes y convencer a cada uno de que se trataba de una emergencia».
Según lo que está pasando a mi nada me garantizaba que todos me iban a creer. Ya hemos visto por los medios como están los policías con el tema, expresó Pérez en conversación con el periódico nacional.
Argumentó que cuando ocurrió el incidente aún estaba vigente la medida de los “15 días detenidos a quien vulnerara el horario del toque de queda” por lo que no quería arriesgarse ser apresado al intentar desplazarse a la residencia de su expareja.
“¿Qué hubiese pasado si ella no tuviera vecinos, si estuviera en una casa sola en vez de un residencial de edificios? ¿Se quedan los niños solos, Dios no lo quiera se muere y los niños amanecen con el cadáver de su madre? Todo esto por yo no tener mi libre tránsito para poder ir a dar apoyo y buscar los niños”, reclamó Pérez.
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